Jannik Sinner, una semana después de perder la final de Copa de Maestros en Italia, se reivindicó como el nuevo héroe de su país en Málaga, tras liderar al conjunto italiano en la consecución de su segunda Copa Davis. Italia logra este hito tras superar a una Australia que sólo planteó oposición en el primer partido, pero que fue barrida en el segundo, en el que la mayor promesa que ha dado el tenis transalpino pasó por encima del australiano de raíces españolas Alex de Miñaur.
Para que se llegara a ese desenlace, primero tuvo que ganar Matteo Arnaldi a Alexei Popyrin. El tenista italiano partía a priori como el cuarto elemento del conjunto transalpino, pero la derrota de Musetti ante Kecmanovic y el esfuerzo de Sonego en el dobles ante Serbia, Filippo Volandri, seleccionador italiano, lo puso en la pista para que plantara cara al segundo jugador de Australia.
Arnaldi asumió el reto y, en un partido maratoniano, acabó decantando la balanza a su favor por 7-5, 2-6 y 6-4. Ambos contendientes sabían que su punto era decisivo. Aunque De Miñaur puede plantar cara a cualquiera y, en cierto modo, jugaba en 'casa', a día de hoy es inferior a Sinner y las opciones de título de Australia pasaban por el triunfo de Popyrin y un partido de dobles en el que Australia tenía mejores mimbres.
Tras un igualado primer set, en el que Arnaldi siempre llevó la iniciativa y acabó cerrando por 7-5, Popyrin aprovechó la cierta relajación del italiano para ponerse 0-4 arriba y decantar rápidamente la segunda manga. La tercera fue titánica, con los dos jugadores defendiendo su servicio hasta el 4-4, cuando Matteo Arnaldi supo aguantar mejor la presión para romper y cerrar el partido con su saque.
El punto decantaba la balanza para Italia y la hacía claramente favorita. Toda la responsabilidad estaba en manos de su joven líder, pero Jannik Sinner ya sabe asumirla, como demostró el día anterior ante Novak Djokovic. Por si le faltaba alguna confianza, enfrente tenía a un rival al que siempre le ha ganado y que esta vez sólo puso oposición en el primer set.
El jugador de San Cándido tuvo que luchar el primer set para sacarlo por 6-3, pero a partir de ahí su rival bajó los brazos y no ganó un juego más. Un 6-0 que daba la segunda Copa Davis para Italia después de la lograda en 1976.
Los Panatta, Barazzutti o Bertolucci ya tienen sucesores y esta vez son jóvenes y apuntan a agrandar el palmarés italiano muchos años más.