Hacía tiempo que el exnúmero uno del mundo Andy Roddick no se dejaba ver. El tenista estadounidense, a lo largo de su carrera, se caracterizó por decir siempre lo que pensaba, lo que, a su vez, pocas veces causaba polémica, ya que no iba con mala intención en sus comentarios. Por eso, sus críticas al saque y la evolución del juego de Carlos Alcaraz o a que la derrota Novak Djokovic puede cambiar el respeto que los demás tienen hacia él han podido sorprender a alguien. Aunque, viendo esos antecedentes, se intuye que las dice porque las piensa y no por crear ningún tipo de controversia.
Sí la ha creado con otro asunto más espinoso y que tiene abierto un debate en el tenis femenino, el de la disputa de las Finales de la WTA en Arabia Saudí, algo incomprensible para muchos si se tienen en cuenta las leyes de este país.
En este sentido, tanto Roddick como el periodista de Sports Illustrated, Jon Wertheim, hablaban sobre el caso en el podcast Served with Andy Roddick en el que el extenista tejano suele comentar la actualidad del tenis mundial. Y eran tajantes en su conclusión: la WTA debe imponer condiciones a Arabia Saudí antes de ir allí con el fin de proteger a las jugadoras.
"El problema está en los detalles. La homosexualidad es ilegal. Pero tenemos jugadoras abiertamente homosexuales. Kasatkina -actual 14ª del mundo- salió del armario el año pasado. Si va allí a jugar. ¿Le estamos diciendo que se tome una semana libre de su sexualidad? ¿Cómo protegemos a nuestras propias jugadoras, cuyas opciones vitales se consideran criminales cuando entran en este lugar? ¿Cómo protegemos esos mecanismos? ¿Y se podrá confiar en lo que se diga ahora cuando se ponga en práctica?", asegura Andy Roddick.
Una afirmación que apoya Jon Wertheim, quien pide una negociación previa. "Es como cualquier negocio con KPI ¿verdad? Aquí están los umbrales que tenemos que ver. Si los alcanzamos, estamos listos. (...) Y, si dijéramos... 'Estamos encantados y halagados por vuestro interés. Esto es lo que tenemos que ver antes de trasladar nuestra gira allí'. Tenemos jugadoras abiertamente gays. No sólo es incómodo, es realmente problemático e inquietante que no se haya despenalizado la homosexualidad", señala un Wertheim que señala directamente a la WTA: "Creo que el tenis tiene más influencia aquí de la que se atribuye. Quizá la WTA tenga que decir: 'Escuchad, antes de comprometernos, necesitamos ver XYZ'. Si entonces los saudíes dicen que se buscarán otro deporte, que así sea".
"Puede el tenis decir a los saudíes: 'Nos encantaría asociarnos, hay mucho potencial. Nos vendría bien vuestra inyección de liquidez. Pero necesitamos que se cumplan una serie de condiciones antes de firmar en la línea de puntos'", añade el periodista en el podcast del extenista norteamericano. Se ha abierto un debate en el que ya alzaron la voz dos mitos del tenis femenino, Chris Evert y Martina Navratilova, por el que fueron duramente criticadas desde Riad.
En teoría, las Finales WTA, que el pasado año se jugaron en Cancún (México), se trasladarían desde este año y por tres más a la capital de Arabia Saudí, Riad. Un hecho que aún no se ha confirmado, precisamente, por toda esta polémica.