Las bajas de Carlos Alcaraz y Jannik Sinner en los Internacionales de Roma han hecho protagonistas de éstos a los mismos que lo vienen siendo durante los tres últimos lustros, Rafa Nadal y Novak Djokovic. El tenista serbio reaparecerá después de sólo haber jugado en Montecarlo en toda la gira primaveral, mientras que el español lo hará después de haber sorprendido en el Mutua Madrid Open.
Nadal reaparecía en el Conde de Godó tras casi tres meses de ausencia de las pistas y de sólo haber jugado un torneo en casi año y medio. Lógicamente, su cuerpo se resintió, ganó fácil a Cobolli, pero ya ante De Miñaur demostró que aún no estaba para esas batallas. Tal vez por eso sorprendió que, una semana después, no sólo derrotara al australiano, sino que también lo hiciera con un Pedro Cachín que estaba jugando muy bien en la Caja Mágica.
Y si en Madrid, que es un torneo que nunca ha sido el que mejor se le ha dado en la gira de tierra -pese a que lo ha ganado cinco veces- le fue bien, las expectativas para Roma son muy altas. En el Foro Itálico se ha coronado en diez ocasiones y, como ha demostrado en los entrenamientos previos ante Fran Cerundolo y Stefanos Tsitsipas, su nivel sigue aumentando.
Ya lo dijo Alex Corretja hace unos días, si Nadal lograba jugar dos o tres partidos más en Roma, sería un rival muy peligroso para Roland Garros en las primeras rondas. Tal vez por eso, pese a que sigue hablando de retirada y de que no está al cien por cien, algunos no le creen.
"Tiendo a no creerlo. Creo que es el maestro de prometer poco y cumplir demasiado. En sus mejores tiempos, llegaba a la primera ronda de Roland Garros contra el 70 del mundo y decía: 'No sé, puede pasar cualquier cosa'. Antes no me lo creía. Sinceramente, creo que trabaja desde el punto de vista de 'esto puede salir mal, voy a esforzarme para que no sea así y dar lo mejor de mí'", señala Andy Roddick en su podcast semana.
Lejos de ser una crítica, el tenista estadounidense alaba la mentalidad de Nadal, de no confiarse ante nada y, a partir de ahí, darlo todo y revertir cualquier situación. "Al principio del torneo -Mutua Madrid Open-, dijo: 'Si me siento como me siento físicamente ahora, con confianza, sin saber lo que tengo, no sé si jugaré Roland Garros", advertía Roddick en este sentido, recordando aquellas palabras que dejaron muchas dudas, en las que Nadal destacó que, si no hubiera sido Madrid y España, no habría disputado ese torneo.
Ahora todo es muy diferente y, pese a que sigue hablando del final de su carrera, ya mira con optimismo a Roland Garros, donde no partirá como cabeza de serie y, como dijo Jo-Wilfried Tsonga hace unos días, donde muchos estarán rezando para que no les toque el tenista balear a las primeras de cambio.