Paula Badosa afrontaba en mayo el WTA 1.000 de Roma con un serio problema. No lograba enlazar, aparte del Open de Australia, dos victorias seguidas desde hacía casi un año, acababa de perder con la joven gallega Jessica Bouzas en la primera ronda del Mutua Madrid Open y había salido del Top-100 años después.
Todo se complicaba más cuando tenía que defender unos cuartos de final en Roma, por lo que de mantener su inercia negativa, se iría casi a la posición 200 del mundo. Y salir de ahí, pese a los 'wild cards' que seguía y sigue recibiendo, es muy difícil ganando sólo un partido por torneo, cuando eso sucedía.
Todo cambió en Roma, el último torneo en el que la tenista española había brillado en 2023 antes de su lesión y el último en el que se situó entre las ocho primeras. No llegó a cuartos de final, pero sí a octavos, plantando cara a Coco Gauff, y eso frenó la caída. Y luego sumó otras dos victorias en Roland Garros antes de perder, por enésima vez, con su amiga Aryna Sabalenka. En París no defendía nada y, de hecho, sólo tenía que defender de aquí a final de temporada una segunda ronda en Wimbledon, lo que auguraba un futuro más claro.
No ha tenido que esperar tanto, pues Paula Badosa llegará al tercer Grand Slam del año de vuelta entre las cien mejores. Su triunfo en octavos de final del WTA 500 de Bad Homburg ante Jule Niemeier, por 4-6, 6-2 y 6-1, le asegura aparecer el lunes en el Top-100.
De momento, con ese resultado le asegura pasar del puesto 113 al 92. Y meterse, por primera vez desde aquel torneo de Roma, en unos cuartos de final en el último año.
Su rival aún debe salir del primer duelo que se juega este miércoles entre la ucraniana Dayana Yastremska y la rusa Diana Shnaider, pero su gran objetivo ya se ha cumplido, lo que le permitirá afrontar el resto de la temporada con la tranquilidad de poder entrar en la mayor parte de los cuadros sin invitación.
Su siguiente reto es ganar el próximo partido y alcanzar unas semifinales año y medio después, ya que no lo logra desde el Torneo de Adelaida en enero de 2023, cuando se tuvo que retirar ante Daria Kasatkina por una lesión que le impidió jugar el Open de Australia que venía a continuación.