Antonio José Medina4 min lecturaNovak Djokovic ha sido más noticia en las últimas horas por todo lo vivido a raíz de su negativa a hablar tras el último partido que por enfrentarse a Carlos Alcaraz este martes en la Rod Laver Arena. Tras darse a conocer que no había accedido a participar en la entrevista postpartido en pista después de derrotar a Jiri Lehecka por unas palabras de desprecio del canal australiano que se encarga de retransmitir el torneo, desde el canal ha recibido una disculpa pública que ha aceptado y todo volverá a su cauce a partir de mañana siempre y cuando derrote al español y le toque hablar tras ese encuentro.
Sin embargo, no ha sido el único 'charco' en el que el serbio se ha metido en las últimas horas en el Open de Australia. Djokovic suele ser alguien que no se muerde la lengua. Y, de hecho, en la 'no sanción' a Sinner, pese a mostrar su apoyo al italiano y confiar en su inocencia, quiso dejar claro que todo el mundo pensaba que no se había tratado ese caso de igual forma que otros similares y que, por eso, seguía habiendo controversia pese a su absolución inicial.
Ahora, en lo que también se ha metido es en todo lo acontecido con la norteamericana Danielle Collins. La estadounidense vivió un episodio polémico cuando, tras ser abucheada en su partido ante la tenista local Destenee Aiava, se despidió del público lanzándoles besos y hasta dándose una palmada en el culo. No contenta con eso, no dudó en reírse de sus 'haters' en la rueda de prensa posterior. "Me ha encantado. Llevo toda la vida haciendo esto. Me encanta jugar en un público que tiene energía... Al final, cuando por fin cogí impulso, me dije: 'Bueno, si voy a estar aquí fuera dos horas y media, aguantando a toda esta gente, más vale que coja el cheque más grande, ¿no?'. Me alegré mucho de hacerlo. Una de las mejores cosas de ser un atleta profesional es que la gente a la que no le gustas y la gente que te odia paga tus facturas. Es un concepto genial", avisaba Collins, quien en el siguiente partido ante Madison Keys tuvo que soportar las iras, aún más enconadas del público.
Sobre esto fue preguntado Novak Djokovic y el serbio se puso de parte de Danielle Collins. "Me encantó su respuesta, todo lo que dijo dentro y fuera de la cancha. Gran fan de Danielle Collins después de eso. Lo era antes pero ahora gran fan. Me encanta", no dudó en afirmar el exnúmero uno del mundo.
Djokovic fue más allá y contradijo a los que piensan que debía haberse mordido la lengua una vez bajó la tensión y habló ante los medios. "He oído comentarios de gente que decía que no debería haber dicho eso o aquello. Creo que lo manejó muy bien. No creo que yo fuera tan educado. Creo que fue divertida, inteligente... un gran fan de lo que hizo", bromeó el tenista serbio, quien reconoció haberse divertido mucho cuando vio las imágenes y oyó sus posteriores comentarios.