Jannik Sinner jugará este lunes ante el norteamericano Frances Tiafoe una final del Master 1.000 de Cincinnati inesperada. Para llegar ahí, el italiano tuvo que doblegar en tres sets a Alexander Zverev y ganar dos 'tie breaks' (el último por 7-4) pese a los problemas que arrastraba, mientras que Tiafoe levantó tres puntos de partido en contra para superar, a su vez, al danés Holger Rune (4-6 6-1 7-6 (4)).
Sinner, de paso, hizo un favor a Carlos Alcaraz, que podría haber perdido su lugar en el podio mundial del tenis de haber sido Zverev y no el transalpino el que ganara la semifinal del torneo norteamericano.
Ahora, el italiano llega a una nueva final tras el fiasco que vivió en Montreal hace unos días. Refuerza su liderato del tenis mundial, pero, a su vez, crea dudas de cara al US Open.
Así lo aseguraba el propio Sinner a la finalización del partido ante Zverev. "Esta victoria significa muchísimo para mí. Estoy pasando por un momento muy diferente a épocas anteriores, así que estoy muy feliz por un resultado como este, independientemente de lo que me venga mañana", afirmaba el transalpino antes de soltar el 'bombazo'. "En cuanto al aspecto físico, está claro que tengo que mejorar si quiero ganar Grand Slams o títulos más grandes. Está claro que tengo que estar más en forma. Eso sí, traté de mantenerme mentalmente en el partido, de lo que estoy muy orgulloso. No puedo jugar un mayor número de partidos para prepararme de cara al US Open, así que estoy muy feliz", afirmó, reconociendo que no llega bien al torneo norteamericano tras los problemas que le apartaron de Bastad y, luego, de los Juegos Olímpicos.
Jannick Sinner está sufriendo mucho en este torneo y no sólo por lo físico, sino por algo de lo que se han quejado ya otros tenistas, como el propio Carlos Alcaraz: la rapidez de la pista. "No me gusta hablar demasiado sobre el tema de la rapidez. Nos tenemos que adaptar de la mejor manera posible. Normalmente, es muy difícil jugar así. El año pasado, las condiciones eran distintas, con una pelota que botaba mucho más alto. Este año, es un poco más rápida y las pelotas no se hacen más grandes, sino que son pequeñas lo que la hace muy difícil de controlar, pero no nos queda otra que adaptarnos", señalaba el número uno mundial.
A lo que se añade el viento. Sinner también hacía hincapié en ese contratiempo. "También el viento empeora todo y hace que sea muy difícil jugar con las condiciones actuales. Ha sido muy difícil jugar por culpa del viento", señaló tras su partido de cuartos. "Por momentos, hubo un viento terrible. Solo nos queda adaptarnos", repetía el italiano.