Ya hace meses desde que Jannik Sinner diera positivo en clostebol en el Masters 1000 de Indian Wells, una situación que puso en jaque su carrera y a la ATP, porque no es ni mucho menos normal que el mejor jugador de un deporte dé positivo, y por eso trataron de llevarlo con secretismo y tranquilidad, algo que lograron en parte, hasta que en el Masters 1000 de Cincinnati todo saltó por los aires, y ahí tocó explicar dos cosas, primero porqué no había salido a la luz, y segundo, por qué no había sido sancionado. Y el motivo fue porque consiguió demostrar que fue una negligencia de su fisio y él no se había dopado.
La cantidad de la sustancia que apareció en el cuerpo de Jannik en los dos análisis fue muy pequeña y el motivo, un masaje de su fisio sin guantes, mientras usaba una pomada para tratar una herida en el dedo, hizo que acabara sin sanción. Además, se movió rápido con su equipo de abogados para conseguir muy rápido la cautelar. Pero lógicamente, alguien tenía que pagar y eso le tocó al culpable, el fisio, que actuó como cabeza de turco. Aunque eso sí, todavía no lo tiene del todo seguro, ya que el TAS tiene aún que ratificar su inocencia.
Por eso mismo, Jannik optó por despedir a su antiguo equipo y contratar un nuevo profesional, el argentino Ulíses Badio, quien trabajó anteriormente con Novak Djokovic, y ha cambiado los métodos. Durante el Masters 1000 de Shanghái hemos podido ver como Badio seguía una premisa básica en su profesión, la de usar un guante para tratar al tenista, que ahora puede estar tranquilo, porque en caso de que el positivo haya sido de verdad por el motivo que dio, no le volverá a pasar. Y es que su nuevo fisio es uno de los más reputados del deporte profesional, sobre todo en el tenis.
Desde que está en sus manos las cosas le van bien, pues aún llevando una gran carga de partidos como lleva, no parece pasarle factura. Además, ha ganado el US Open, llegado a la final de Pekín, y apenas tres días después de ese duelo por el título ha vuelto a la pista en Shanghái, previo viaje atravesando China, y lo ha hecho arrasando a Taro Daniel para demostrar que está al nivel que se espera de un número 1. Aunque eso sí, tiene que seguir mejorando de cara a superar al único capaz de hacerle frente en su casi inmaculado 2024, Carlos Alcaraz.