Mientras el cuadro masculino del US Open sigue siendo una casa de locos, con sorpresas por doquier y graves derrotas de los favoritos, en la WTA por ahora está reinando la seguridad, y mientras por un lado del cuadro, Gauff y Sabalenka siguen dando cátedra y no dando apenas opciones a quien sea que tengan enfrente, por el otro quien manda es Iga Swiatek, la número 1 del mundo, que quiere resarcirse de su varapalo olímpico y de un año venido a menos tras una primera parte casi perfecta, sobre todo en la gira de tierra. Y en su parte del cuadro las favoritos siguen cumpliendo, incluso Jessica Pegula, quien ha puesto fin al sueño de la joya del tenis español, Jessica Bouzas.
La polaca se sacó sin mayores problemas el billete para los octavos de final sin dar opción a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, 27º del ranking y llevándose el duelo por 6-4 y 6-2 en una hora y 32 minutos, y es que la polaca no ha perdido ni un solo set en lo que va de torneo. También pasó la italiana Jasmine Paolini, 5ª favorita, que doblegó a la kazaja Yulia Putintseva. Aunque eso sí, la que no estará es la número 4 del mundo Elena Rybakina, que iba por este lado del cuadro, pero tuvo que retirarse.
Jessica Bouzas no pudo con Jessica Pegula, quizá la jugadora más en forma del mundo y la más destacada de la gira norteamericana, a la que llegó tras un año nefasto y va a salir de ella con un título en Toronto, una final en Cincinnati y con lo que consiga en Nueva York, donde ya está en octavos. La número 6 de la WTA pasó por encima de la joven gallega, que ocupa la posición 74 del ránking, venciéndola por un doble 6-3, en una hora y 10 minutos. Para aún así, la española, de 21 años, cumplió con nota muy alta igualando su mejor resultado en un grande, que logró en la última edición de Wimbledon, en la que también alcanzó la tercera ronda.
En Flushing Meadows tuvo mala suerte, pues se medía a una Pegula que había ganado 11 de sus últimos 12 partidos, pero aún así no le impresionó ni el escenario ni la rival y empezó el partido sin complejos, tirando fuerte, arriesgando y jugando de tú a tú. Y aguantó ese ritmo hasta el séptimo juego, cuando la local subió un pelín al resto, poniendo en apuros a la española que acabó un break que sirvió de apogeo a Pegula, que lo confirmó y no dio espacio a la sorpresa, cerrando el primer set con otra rotura en 33 minutos. Y en el segundo el guión fue el mismo, solo que la yankee cogió ventaja antes y ya no la soltó, hasta cerrar su pase a octavos, donde se medirá a la rusa Diana Schnaider.