Sufriendo, luchando y teniendo que remontar, Carlos Alcaraz se ha metido en semifinales de Wimbledon tras derrotar a un combativo Tommy Paul por 5-7, 6-4, 6-2 y 6-2, y ahora se cruzará con Daniil Medvedev el próximo viernes por un puesto en la final.
Fue muy duro y tuvo que tener una gran fuerza mental para no irse de un partido que mereció ganar en el primer set y perdió, que se vio un 'break' abajo en el inicio del segundo y en el que no aprovechó hasta 19 bolas de break. Ya con el partido encarrilado y Paul muy cansado pudo equilibrar una estadística -la de las bolas de ruptura, 8 de 27- que, en este caso, pudo costarle muy cara.
El norteamericano nunca se rindió, ni cuando ya tenía el partido perdido e iba dos 'break' abajo en el cuarto set. Luchó todas las bolas, pero no tiene, al menos por ahora, la regularidad de Alcaraz y los pocos errores que concedió le costaron muy caros.
"He sabido encontrar mi ritmo para remontar el partido", decía al final del choque un Alcaraz que ya tuvo nueve bolas de break en la primera manga y fue por delante con una ruptura, antes de que Paul le diera la vuelta. Fue el único momento en el que se le vio vulnerable. Sabía que había jugado bien y que su rival, aguantando desde el fondo y convirtiéndose en un frontón se había llevado el premio gordo.
Al tenista español se le vio tocado en el descanso y eso se tradujo a la pista en el arranque del segundo set. Con un Tommy Paul crecido, aguantó como pudo, pero se encontró pronto con un peligroso 2-0 abajo. Ahí, con saque de su rival, llegó el juego clave del partido. Alcaraz se agarró a la pista, luchó todo lo que pudo y Paul fue el que se encargó de fallar para irse al descanso con el set igualado.
El partido, a partir de entonces, entró en otra dinámica. Cierto que el de New Jersey no aflojaba y aún llevaba el mando en los intercambios, pero cometía más errores que Alcaraz y eso, tarde o temprano, tendría que traducirse en algo sólido. El 'break' llegó en el séptimo juego de esta segunda manga y, por primera vez, alguien lo consolidó.
Con el set en el bolsillo y la confianza por las nubes, Alcaraz comenzó rompiendo el saque de su rival en el tercero. Paul le devolvió la ruptura, pero a esas alturas ya el español había puesto la directa y volvió a tomar pronto ventaja. Aún tuvo Paul un último intento de equilibrar el encuentro. Con 3-2 para Alcaraz, contó con dos bolas de ruptura que no aprovechó para, a continuación, ceder su saque y la tercera manga.
La cuarta fue un paseo para el español. Paul luchó, como siempre, pero ya no era el mismo. Lo había dado todo y se le notaba cansado. Y enfrente tenía a un rival lleno de confianza que, cuando huele sangre, no perdona.
Ahora tendrá que vérselas con Medvedev, el que le derrotó en la última semifinal de un Grand Slam en la que se enfrentaron, en el US Open y que ya le ha ganado en este torneo, pero del que también guarda un buen recuerdo por lo vivido hace un año. "Ante Medvedev es la misma semifinal del año pasado. Ojalá se repita el marcador. Si ha ganado a Jannik Sinner es porque está muy bien. Lo voy a disfrutar pese a saber que va a ser difícil", decía Carlos Alcaraz tras el partido.
Medvedev llegará tras una paliza y un partidazo ante Sinner, en el que se sobrepuso a la pérdida de un primer set en el que tuvo bola para ganarlo y en una tercera manga donde le igualaron una ventaja clara y a punto estuvo de perderla. Esta vez, a la sexta, Sinner bajó los brazos (6-7 (7), 6-4, 7-6 (4), 2-6 y 6-3).