El año se acaba y es el momento de repasar todo lo que acontecido en este 2024, que ha sido un gran año para el deporte, con momentos irrepetibles en todas las disciplinas, pero si hay un evento a destacar y que se celebra cada cuatro años, ese es sin duda los Juegos Olímpicos, que han tenido una de las mejores ediciones de su historia en París. En la capital gala se vivieron momentos que ya son parte de la historia del deporte y del olimpismo, tanto para bien como para mal, sin embargo hay una gesta que pasó desapercibida pero que ahora, en las últimas horas antes de pasar a 2025 ha salido a la luz. Su protagonista es la tenista canadiense Gabriela Dabrowski, quien logró la medalla de bronce en dobles mixtos mientras padecía un cáncer de mama.
La jugadora de 32 años, una excelsa doblista que tiene en su palmarés el título del US Open que logró en 2023, así como los de dobles mixtos del Abierto de Australia de 2018 y de Roland Garros en 2017, ha anunciado que fue diagnostica de la enfermedad en abril, y tras eso empezó con su recuperación, que la llevó a pasar dos veces por el quirófano y a darse de baja del circuito durante tres meses, pero volvió con un objetivo, Wimbledon, donde llegó a la final junto a Erin Routliffe en junio, pero perdieron ante Katerina Siniakova y Taylor Townsend.
Pero esta vuelta al tenis la hizo aún con compromisos médicos por cumplir, pero sus ganas de jugar y el esfuerzo pudieron más y la llevaron a posponer un tratamiento adicional para competir en Londres y en los Juegos Olímpicos de París, algo que le acabó saliendo muy bien, pues allí ganó el bronce para Canadá en dobles mixtos con Felix Auger-Aliassime, un hito que va a marcar para siempre su carrera y que corrobora lo tremenda luchadora que es.
Así se ha confesado Dabrowski en Instagram, que ya ha superado la enfermedad: "al principio de mi diagnóstico tenía miedo de que el cáncer se convirtiera en parte de mi identidad para siempre. Ya no me siento así. Es un privilegio poder llamarme superviviente". Tuvo más tratamientos, pues la canadiense recibió radioterapia antes del Abierto de Estados Unidos a finales de agosto, pero aún así jugó y alcanzó los cuartos de final con Routliffe. Pero al fin ya es oficialmente una mujer libre de cáncer.