El adiós de Carlos Alcaraz en Indian Wells ha llegado con polémica y de la buena. Porque el VAR no sólo crea polémica en el fútbol, sino también en el tenis. Y en las semifinales del torneo californiano se ha producido un error incomprensible y que ha perjudicado claramente al murciano. Eso sí, el de El Palmar ha sido muy elegante con su rival y ha optado por no darle mayor importancia.
Ocurrió en el tercer punto del tercer juego del tercer set. El español ejecutó una dejada tras un gran intercambio con Draper, quien llegó muy justo. El juez de silla, Lahyani, creyó que la bola había botado dos veces y paró el punto. Se revisó la jugada y se le dio el punto al británico pese a que el canto del juez de silla fue claramente antes del golpeo del murciano, lo que condicionó su siguiente golpe. Ver para creer.
Y Alcaraz se pronunciaba así en la rueda de prensa posterior al choque: "No me afectó demasiado, la verdad. Al principio no vi si habían sido uno o dos botes, así que simplemente esperé a la revisión. Después, con la segunda, no estaba seguro de si (el canto de Lahyani) había sido en mitad del punto o después de haber golpeado. No oí nada mientras golpeaba la bola, no estaba seguro como para decir algo. Sobre la espera de estas revisiones, no me molestaron en absoluto. Lo único que puedo decir es que Jack salió jugando mucho mejor que yo. Ese punto no afectó a mi tenis". Todo un señor.
Pese a ello, el murciano ha reconocido que se marcha muy tocado de California: "La verdad es que esta derrota duele. No quieres perder ningún partido, pero creo que este era aún más especial para mí. Fue difícil, hubo muchos nervios. ¿Qué podría haber hecho mejor? Simplemente jugar mi estilo de tenis y salir a pista con menos nervios. Esa fue la gran diferencia".
De cara al futuro, lo tiene claro: "En este deporte juegas todo el año, apenas hay paradas. Juegas como 16, 17 o 18 eventos al año, casi 80 partidos en una temporada. Una de las cosas más complicadas es mantener un buen nivel durante 80 partidos, es algo a lo que aspiro, jugar mi mejor tenis en cada partido, en cada torneo. En ocasiones todavía me olvido de que tengo 21 años: debo pensar que aún soy joven, que tengo muchas cosas que mejorar, y esa es una de ellas. Creo que estoy mejorando. Soy cada vez más maduro. Me estoy acercando a lo que quiero ser, pero todavía tengo momentos en los que juego a un alto nivel, y luego mi nivel baja mucho. Tengo que pensar en ello, seguir trabajando, y espero que todo vaya a mejor pronto".