El Masters 1000 de Miami, el segundo torneo de esta categoría de este curso, ya está en marcha y se han disputado los primeros partidos de la ronda inicial, donde no están aún los grandes favoritos, exentos de ella, pero de la que van a salir sus rivales. Este es el caso de Carlos Alcaraz, que llega como segundo favorito y necesitado de un buen resultado tras perder en las semifinales de Indian Wells. El murciano ya sabe que su estreno va a llegar contra David Goffin, quien superó a Alexandar Vukic en tres sets, pero hay un problema para el español, y es que van a jugar de noche.
La pista de Miami es mucho más rápida que la de semana pasada en California, lo que va a obligar a todos a aclimatarse lo más rápido posible a un juego muy diferente. Tras jugar en unas condiciones lentísimas, casi similares a la tierra batida, ahora llegan a una superficie que les va a obligar a subir varias marchas y dejar paso a los intercambios rápidos y la potencia, olvidándose un poco de los peloteos. Esto favorece a los pegadores, y aunque el de El Palmar sea muy potente, si que le viene mejor una pista algo más lenta.
Pues bien, de cara al viernes cuando se va a medir al belga, se va a notar incluso más, ya que al ser de noche bajan las temperaturas y se siente mucho más la humedad, lo que hace que la bola bote mucho menos, perjudicando a aquellos que buscan más efectos. No obstante, si se jugara de día la cosa sería distinta, pues aún siendo mucho más rápida que las del Valle de Coachella, el sol de Miami podría hacer que se ralentizara un poco el juego.
De cara al viernes esto puede ser una ventaja para todo un perro viejo como Goffin. El belga, que llegó a ser top 10 de la ATP y un habitual en rodas finales, está poco a poco volviendo al mejor nivel tras un calvario de lesiones, y tendrá una oportunidad de oro para ponerse en el radar. Es más, Alcaraz es un rival que le gusta y de las dos veces que se han medido, le pudo ganar una. Fue en la última ocasión que se enfrentaron, en Astana en el año 2022 y en una pista rápida bajo techo, pero desde ese momento todo ha cambiado mucho y ninguno de los dos se parecen demasiado a lo que eran en ese momento.