Tan solo han pasado unos días desde que Carlos Alcaraz pusiera patas arriba la Laver Cup cargando a Europa sobre su espalda para conseguir ocho de los trece puntos continentales; pero eso ya es pasado, porque esta semana vuelve a competir para sí mismo en el ATP 500 de Pekín, donde se puede volver a dar un duelo ante Jannik Sinner. Pero más allá de eso, lo que realmente copa la actualidad y el interés es la Copa Davis, después de que este lunes David Ferrer anunciara el equipo con el que España va a competir en la final a 8 de Málaga, con la novedad de Rafa Nadal.
El murciano ya compitió con el astro manacorí en los Juegos Olímpicos de París, y ahora tiene una nueva oportunidad de hacerlo representando a su país, algo que le llena de ilusión. "Es algo increíble poder tener a Rafa en el equipo y rodearme de él lo máximo posible, aprendiendo tanto dentro como fuera de la pista". Pero que además puede ser también la despedida de su ídolo, aunque no quiere oír hablar de eso. "No quiero pensar que es un posible último baile para él en Málaga". Por eso mismo prefiere "disfrutar el tiempo que pueda tener con él".
En todo caso, todo va a depender de David Ferrer, quien “decidirá lo que sea mejor y lo que más convenga al equipo para ganar", pero que a la vez tiene una papeleta muy grande, puesto que teniendo como fijo a Alcaraz en el individual, el segundo hueco parece que está mucho más abierto y va a depender de como llegue Nadal, aunque el manacorí sí que parece que será un nombre a destacar en el dobles junto a Marcel Granollers.
Al torneo de Pekín llega casi sin descanso, no obstante, el de El Palmar señaló que aunque no ha hecho cambios significativos respecto al año pasado, se siente diferente tanto física como anímicamente. "Mi nivel de energía ahora mismo es bueno. Tengo la motivación para venir aquí y jugar buen tenis". Además también recalcó su preocupación por el apretado calendario del circuito, al igual que hizo tras la Laver. "El calendario ha sido muy apretado desde enero hasta noviembre. Tenemos que hacer algo al respecto". Aunque realmente se queja de algo que no le afecta en exceso, debido a que ha jugado muy pocos torneos ATP durante el año, centrándose más en los Grand Slams y las diferentes exhibiciones, dejando de lado los Masters 1000 y ATPs 500 y 250, entre los que no habrá jugado más de una veintena de partidos en ellos.