Los Juegos Olímpicos de París 2024 fueron un absoluto éxito en lo que al mundo del tenis se refiere, toda vez que fue quizá el mejor torneo por ritmo de juego y nivel general de toda la campaña. La final entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic fue el colofón final, pero esa semana de desgaste ha puesto patas arriba el circuito. Ya no solo por el hecho de que en Montreal Alexei Popyrin diera un sorpresón al proclamarse campeón, si no por esa serie de resultados, causados por el desgaste que llevan en las piernas los jugadores, y que en Cincinnati, la última prueba que resta antes del US Open, sigue vigente.
Y es que en el evento de Ohio ya se han producido sorpresas desde el primer día, y esta no lo es tanto por ranking, si no por de donde venía cada uno de los protagonistas a corto plazo. Y es que el tenista francés Gael Monfils, número 46 de la atp, será este jueves el primer rival del español Carlos Alcaraz en el Masters 1.000, después de eliminar este miércoles al australiano Alexei Popyrin, que se coló en el top 30 tras su triunfo canadiense, pero esta vez le ha pesado demasiado el hecho de tener que volver a jugar sin descanso.
Esta vez Monfils se impuso en este partido de primera ronda por 7-5 y 6-3 en una hora y 21 minutos, sin dar ninguna opción a un Popyrin que venía de ganar el lunes el mayor torneo de su carrera, además derrotando en la final al ruso Andrey Rublev, sexto favorito. Pero ahora el nivel aumenta de forma totalmente exponencial, aunque eso sí, con cautela, porque Alcaraz se ha medido en dos ocasiones a Monfils y en ambas ocasiones logró el triunfo: en octavos de Indian Wells en 2022 y en dieciseisavos de Miami este mismo año.
Pero ahora el español regresa en Cincinnati a la competición tras lograr la plata en París 2024 y con la vista también puesta en el US Open, que empezará el 26 de agosto en Nueva York. Además, es una pista que le gusta, pues Alcaraz fue finalista en ella el año pasado, donde cayó ante el serbio Novak Djokovic, ausente en esta edición. No obstante, es más que posible que le cueste el cambio de superficie, además de que ha cogido muy poco la raqueta en estas semanas y encontrarse de primeras con un jugador tan impredecible como el francés, es un 'marrón' interesante.