El nombre de
Yassine Bono será recordado para siempre en el Sevilla Fútbol Club. El portero marroquí ha hecho historia en el club de Nervión logrando el
Trofeo Zamora, que lo distingue como el portero menos goleado de LaLiga, algo que antes ningún otro guardameta del
Sevilla FC había conseguido. Aunque el ex del Girona, humilde como siempre, ha puesto el foco en el trabajo del equipo para haberlo podido conseguir. "Es de todos. Vimos que el año pasado ya el equipo venía con un gran rendimiento defensivo y cada uno da un poquito para conseguirlo", reconoció en
SFC Radio.
De hecho, no jugó el último partido de
Liga ante el
Athletic Club para no poner en peligro el galardón, por el que ha recibido muchas felicitaciones. "Recibí un montón de mensajes de mucha gente y siempre da alegría saber que la gente te quiere y piensa en ti", admitió. Donde también fue ovacionado fue en el Ramón Sánchez-Pizjuán: "Para mí va a ser un momento que recordaré siempre. Sentí que era algo de corazón, que es lo más importante".
Pero lo más importante para
Bono fue conseguir el objetivo: "Acabamos como queríamos, con un buen partido del equipo, portería a cero y los jugadores dieron un nivel altísimo. En el segundo tiempo contra el Atlético y el domingo, demostramos que somos un equipo de Champions".
Curiosamente, el marroquí esperaba jugar el domingo, pues reconoció que no llevaba las cuentas para ganar el 'Zamora': "No llevaba ninguna cuenta. Estaba focalizado en el equipo y en mi rendimiento para los objetivos del equipo. Después del partido contra el Atlético
me sorprendieron los mensajes de algunos amigos, de nuestro entrenador de porteros... que fueron los que me dijeron que si no jugaba el último partido, era el Zamora. Desde el foco en el equipo, ha llegado el premio".