La jornada 28 pintaba más que fea para los intereses del Sevilla FC, pero nada más lejos. Se habían cumplido tres de los cuatro minutos de añadido en Valladolid y los de Lopetegui caían por 1-0 cuando Bono se destapó como portero para-penaltis y goleador para rescatar un punto que, al final, le sirve a su equipo para encarar la recta final de LaLiga con un poco más de colchón para defender su plaza de Champions, el objetivo ineludible después de caer en semifinales de la Copa del Rey y en los octavos de final de la Liga de Campeones.
El empate del sábado en Pucela sirve para elevar a 10 puntos la ventaja sobre la Real Sociedad, que el domingo se llevó un severo correctivo del Barça (1-6), y sobre el Real Betis, a quien además le gana el 'average' particular. Eso sí, el tercer puesto que ocupa el Real Madrid se marchó a cinco puntos.
Los de Lopetegui afrontarán un final de curso complicado. Primero, porque tendrán dos duelos directos que determinarán su posición final en la clasificación y, segundo, porque casi todos sus rivales tendrán algo en juego: será el juez de la Europa League y de LaLiga, con hasta siete duelos ante equipos que están entre los 10 primeros, y alguno que otro contra clubes que tratan de eludir el descenso.