Lo que irritó al Sevilla FC de la actuación de
José María Sánchez Martínez, coleagiado murciano que impartió justicia en el encuentro ante la
SD Eibar, no fue que se echase
marcha atrás en su idea de señalar penalti de Marko Dmitrovic sobre Youssef En-Nesyri, pues, pese a parecer claro en directo, las repeticiones mostraban que el meta serbio saltó a despejar y contactó con el balón, siendo inevitable entre ambos el choque posterior.
Y ni siquiera que
el VAR le tuviese que avisar de la pena máxima que se había tragado, por
una patada clara de Pedro Bigas sobre el delantero marroquí del Sevilla FC.
Lo que realmente ha fastidiado a los nervionenses es que Sánchez Martínez tuviese
cero diálogo. Que les mostrase hasta
cinco cartulinas amarillas y que todas fuesen
por el mismo motivo: "Realizarme observaciones de orden técnico en una de mis decisiones tomadas, estando en clara disconformidad con ella". A tres jugadores (
Sergi Gómez, Ivan Rakitic y Munir El Haddadi) y dos miembros del cuerpo técnico (
Óscar Caro Muñoz y Pablo Sanz Iniesta).
Y, para rematar, el trencilla sacó
una 'amonestación general' al Sevilla FC, reflejando en el apartado 'Otras Observaciones' del acta que
"el partido comenzó con 3 minutos de retraso, debido a la demora del equipo visitante en salir del vestuario, siendo avisados. previamente". Un regalito.