Durante el mediodía de este sábado, podría dar
una curiosa circunstancia en Ipurua, incluso más curiosa aún de lo que ya supone
ver a un guardameta lanzar una pena máxima.
Y es que, si algún jugador del
Sevilla FC cometiese infracción dentro del área propia, sería
su futuro portero y, por ende,
compañero de Bono, el que lo ejecutarse desde los once metros, con el internacional marroquí tratando de evitarlo.
El técnico de la SD Eibar,
José Luis Mendilibar, ya dejó claro que
será el portero serbio el que lo ejecute, en el caso de haberlo y
tras haber transformado ya uno ante el Atlético de Madrid, engañando a Jan OBlak.