No se trata de
Perfecto Cuesta, ya octogenario detective que vive por el Aljarafe y que fue el encargado principal de seguir a
Diego Armando Maradona por todas las calles de Sevilla, pero si de
un socio que, con el pseudónimo de '
Charlie M.', ha confiado a
Vox Pópuli las andanzas del ya desaparecido astro argentino durante su
corto pero sonado periplo en el club de Nervión, a comienzos de los años 90.
"Su casa no tenía salida; era lo bueno que tenía. Era un chalet y solo tenía una salida. Entonces pusimos un coche ahí y nos íbamos turnando.
Esa casa era como El Corte Inglés. Contamos 18 o 20 italianos, argentinos entrando y saliendo. Yo llevo 30 años en la calle y
sé qué gente era.. Aquello era un desastre. Se abría la puerta y salía levantando el polvo como los Miura
. Se ponía a 190 Km/h, como una cabra.
No llevaba una vida propia de un futbolista de alto nivel", recueda Charlie M.
Más de la vida del 'Pelusa' en Sevilla: "Era íntimo amigo de un asador argentino. Tenía como 15 italianos, su representante y diez o doce personas detrás.
Maradona era tonto porque era buena gente, pero es que tenía una cantidad de personas detrás que
los veías chupando y decías:
'Este tío es carajote'. Tú puedes ser el tío más golfo del mundo, pero te puedes quitar a siete", argumentó el investigador.
Incluso en la entrevista, Charlie M. reveló que lograron 'infiltrar' a unas cuantas mujeres en el clan de Maradona: "
Eran modelos y con eso les pusimos la trampa. Este (Maradona) era muy buena gente, pero era muy golfo. Le cantaban una canción que decía:
'Me casé con un enano salerito pa jartarme de reír'. Se lo cantaba una tía de dos metros, buenísima, y el otro que no le llegaba ni al omblig
o. Eran las cinco de la mañana, a las diez tenía que estar en la ciudad deportiva entrenando y no iba a entrenar".
"Aquellos seguimientos sirvieron para demostrar que era
una vida no propia de un deportista. Cuando el tío se fue a las malas, le dijeron: 'Mira, tenemos esto, esto y esto. Tú no has ido a entrenar por esto, por esto y por esto'.
Se ahorraron 150 millones de pesetas porque los perdonó", relató Charlie M., quien aseveró a
Vox Pópuli que
no conserva las fotos y videos que grabaron durante los dos meses de vigilancias al astro argentino.