Llegó al Sevilla FC en el verano de 2017, con un coste de 13,1 millones de euros que le convertían en el fichaje más caro de un defensa nervionense hasta ese momento. Pero dos años después, la gran apuesta de
Óscar Arias para la zaga se marchaba de Nervión dejando
más sombras que luces en sus 64 partidos, con el recuerdo inevitable de negras noches como la de
la eliminación en Praga, si bien el club sevillista, al menos, pudo
recuperar 3,5 kilos con su definitivo traspaso, mal menor que ni siquiera ha sido posible con otros descartes.
Hablamos de
Simon Kjaer, que a sus 31 años ha renacido en Milán. Ya la pasada campaña, con la llegada de Monchi, al danés se le enseñó la puerta de salida y optó por volver a una Serie A en la que defendió en el pasado al Palermo y la Roma. Pero
su cesión al Atalanta pareció inclinar más su cuesta abajo, rompiendo el préstamo los de Bérgamo mediada la campaña después de que sólo jugase seis partidos en sus filas.
Pero no se fue muy lejos. Como solución de urgencia,
Kjaer aterrizó en el Milan y Stefano Pioli le dio la confianza necesaria. Convenció en sus 19 encuentros desde que aterrizó en enero y el club lombard
o ejerció la opción de compra pactada. Lo que pocos esperaban en Italia es que el conjunto ‘rossonero’, después de años de proyectos erráticos, estuviese a estas alturas como
líder destacado de la Serie A, invicto y con cinco puntos de ventaja sobre el Inter y seis con respecto a la Juventus. Y lo que casi nadie imaginaba en Nervión es que
uno de los líderes de este sorprendente Milan fuese Simon Kjaer.
Indiscutiblemente, el gran protagonista en San Siro no es otro que Zlatan
Ibrahimovic. Pero el danés es uno de sus héroes silenciosos que siempre dan la cara, ofreciendo
un rendimiento siempre notable, como destaca por ejemplo la prestigiosa ‘La Gazzetta dello Sport’, convirtiéndose en una pieza insustituible para su técnico. De hecho, es e
l único miembro de la plantilla ‘rossonera’, porteros incluidos, que ha participado en los 16 encuentros oficiales, partiendo titular en todos ellos y siendo sustituido tan sólo en el minuto 72 del estreno liguero ante el Bolonia.
Con
Romagnoli como habitual pareja en el eje de la zaga, Kjaer es también el jugador milanista que
más minutos ha disputado, con un total 1.452, en los que ha visto tan sólo dos amarillas, siendo decisivo para que su equipo sea el segundo menos goleado del campeonato (8 goles en 9 partidos) y erigiéndose de ese modo en un pilar de este nuevo Milan que
sueña con reverdecer viejos laureles, como el ex sevillista.