El regreso de Monchi el pasado verano ha supuesto un nuev
o impulso para el Sevilla FC tras dos campañas irregulares. Sus fichajes le han dado otro empaque al equipo y, además de su labor al frente de la planificación, nadie duda de que se trata de la figura clave alrededor de la cual se articula el club. Como muestra, su
arenga en el derbi para que el equipo de Lopetegui saliera a por todas.Pero
en Roma, sin embargo, Monchi no dejó el mismo recuerdo. El 24 de abril de 2017, con la campaña aún en marcha, se confirmaba la marcha del isleño al club italiano en busca de nuevos retos. El resultado fue una histórica clasificación para las semifinales de la Champions y un puñado de ventas millonarias. Pero antes de acabar su segunda campaña,
el 8 de marzo de 2019, se confirmaba su adiós de la Roma por discrepancias con s
u dueño, James Pallotta, aunque desde el club aseguran que sería
bien recibido tras conocerse que Roma y Sevilla FC se medirán en los octavos de la Europa League.La etapa de Monchi en la Roma, por tanto,
no duró ni dos años, aunque mitos como
Totti han defendido su labor. Pero quizás el problema no estuviera en el de San Fernando y si en Pallotta. Su difícil carácter ya influyó en la
marcha de su predecesor, Walter Sabatini, y ahora está a punto de propiciar la salida del sustituto de Monchi,
Gianluca Petrachi, que durará menos que el isleño, apenas un año.Según 'La Gazzetta dello Sport',
Pallota y Petrachi han mantenido una conversación telefónica muy subida de tono después de que el dueño del club romano 'se olvidara' de su director deportivo al agradecer el trabajo de los principales empleados del club y éste le respondiera en una entrevista pidiendo explicaciones, y dudando de la importancia de su papel en la entidad. Sus horas están contadas y ya suena
un posible relevo, también ex sevillista: el ex meta Morgan De Sanctis.