Seguro que
Monchi repetiría gustosamente en unos meses, cuando abra el mercado, la estrategia que ya usó el pasado verano con el
Olympique de Marsella, cuando fichó al argentino
Lucas Ocampos para el Sevilla FC a cambio de 15 millones de euros. Un auténtico negocio redondo por un futbolista que hoy día, escasos meses después, seguramente valga en el mercado
entre 40 y 50 millones de euros, teniendo en cuenta ya la presente bajada general como consecuencia del coronavirus.
Los problemas económicos por los que atravesaba el
Marsella, sin duda, ayudaron a que la transferencia llegara a buen puerto en esas condiciones, de ahí que ahora el de San Fernando tenga apuntado los nombres de
Maxime López y
Bouna Sarr para reforzar el Sevilla FC 20/21, por si pudiera repetir la jugada llegado el caso.
Con un agujero económico de
unos cien millones de euros, el OM, sin embargo, llegará ligeramente fortalecido a la próxima ventana de transferencias. Una posición algo más privilegiada que le otorga el hecho de
haberse clasificado para la Champions el próximo curso, después de que haya finalizado la Ligue 1 antes de tiempo por parte del Gobierno francés, quedando clasificados en segunda posición. Eso, lógicamente, se traduce en
unos mayores ingresos económicos y en una menor necesidad de vender. Especialmente si la
FIFA acaba rebajando el
'Fair Play' financiero la próxima temporada, como es la intención; lo que supondría un condicionante menos con el que tener que cumplir en Marsella.
Al menos en la teoría, pues a
Maxime López le queda sólo un año de contrato y no tiene mucha intención de renovar,
como ya avanzó ED. Algo parecido a lo que ocurre con
Bouna Sarr, que públicamente ya presiona para cambiar de aires, aunque daba prioridad a una
Champions que, ahora sí, podría disfrutar con la elástica del
OM.
"La Champions en el Vélodrome no creo que la desperdicien así como así", entiende, al menos, su compañero de vestuario
Álvaro González, quien
atiende a ESTADIO Deportivo poco antes de preparar su vuelta a España, donde disfrutará en la medida de lo posible de unas vacaciones adelantadas junto a su familia, siempre que el confinamiento y las medidas del Gobierno se lo permitan.
En
Francia, los clubes volverán a concentrarse a
mediados-finales de junio, realizando una pretemporada algo más larga de lo normal para estar en plenitud de condiciones para la 20/21. El OM,
en palabras de Álvaro, es "top como club" y con "un estadio brutal". De ahí que el zaguero español considere que el hecho de haberse clasificado para la
Champions el próximo curso sea un factor clave para que sus compañeros puedan seguir en la disciplina gala ante posibles clubes interesados como el
Sevilla FC.
Así, si
de Maxime López ya destacó para ED que es un futbolista "muy eléctrico" y "de movimiento corto". Definiéndolo como "un jugador para un buen equipo a medida que coja experiencia", tampoco escatima en elogios sobre su otro compañero,
Bouna Sarr. Lo tiene claro, es "buen jugador" para un equipo como el
Sevilla FC.
Del francés, con origen guineano, destaca que es "físicamente muy bueno" y que goza de grandes cualidades "con balón". Un "hombre puro de banda", con mucho recorrido; lejos del concepto de lateral antiguo. "
Es mucho más ofensivo, ha jugado casi siempre de extremo o banda. Aquí tenemos también a Sakai", apostilla Álvaro, quien tiene claro que, al igual que ocurriría con
Maxime López,
el Sevilla FC acertaría firmando a un Bouna Sarr que es "muy competitivo" y que hace mucha falta en el
Vélodrome, de ahí que espera poder seguir compartiendo vestuario con ellos la próxima temporada, en Champions.