El fútbol profesional, especialmente los clubes, anda empeñado en reanudar la temporada. Es mucho el dinero que hay en juego. Pero en otras categorías, la pandemia del coronavirus se ha llevado la actual campaña por delante. Es el caso de la
División de Honor Juvenil, donde
el Sevilla FC acariciaba un nuevo título en el Grupo IV, que debía otorgarle a su vez los
pasaportes para la Copa del Rey y la Copa de Campeones.
En el momento de la interrupción de la competición, los jóvenes pupilos de
Alejandro Acejo comandaban la tabla con
73 puntos y cinco de ventaja sobre el segundo clasificado, el Málaga, fruto de
23 victorias, cuatro empates y sólo dos derrotas, con
97 goles a favor y 19 en contra.
Sólo restaban cinco jornadas, pero estas ya no se disputarán. Y ahora se abre
una interrogante, pues la
Copa de Campeones, que tampoco se jugará,
debe otorgar una plaza para la Youth League.
Las cuatro restantes que corresponden a España las obtendrán los equipos juveniles de
los cuatro primeros clasificados en Primera división. Y a esa vía, con
la esperanza de que Lopetegui y los suyos les echen una mano, aún se aferran Acejo y los suyos, que aunque tienen la mejor puntuación de los siete grupos, son quintos en lo que a media se refiere, ya que en el resto se han disputado cuatro jornadas menos (25).
El promedio sevillista en 29 encuentros es de 2,51 puntos por partido, algo que superan el
Barcelona en el Grupo III (2,52),
Las Palmas en el VI (2,6), el
Real Madrid en el V (2,64) y el
Celta de Vigo, líder del Grupo I con 67 unidades (2,68).
El club gallego, de hecho, ya
ha solicitado formalmente a la UEFA ser quien represente a España en la Champions juvenil por la vía de la Copa de Campeones al tener el "mejor coeficiente" de todos.