Polster: "No fallé casi nada de cara a puerta"

Polster: "No fallé casi nada de cara a puerta"
Polster, durante su etapa en Nervión. - Á. P.
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 5 min lectura
Han pasado treinta años pero el récord de goles en LaLiga de Anton Polster continúa vigente, con un superlativo registro de 33 dianas en la 89/90. Sólo Luis Fabiano ha alcanzado dicha cifra en una temporada, pero necesitó de cuatro competiciones para conseguirlo. Se cumplen tres décadas de la finalización de aquel curso y el austriaco analiza su proeza en los medios del club.

"Es increíble cómo pasa de rápido el tiempo... A mí me parece que solo han pasado diez años", comentó el mítico exdelantero blanquirrojo, que recuerda muy gratamente aquel curso mágico para él, en el que se convirtió en un auténtico ídolo para la afición. "Para el Sevilla y para mí fueron unos diez meses impresionantes. Delante de la portería casi no fallé nada, pero tuve muchos compañeros buenos a mi lado: Conte, Rafa Paz, Carvajal, etc. Tengo que darles las gracias a ellos también porque lo hicieron posible", comentó Polster, que no antepone ningún gol a otro: "No recuerdo ninguno por encima de otro, los quiero a todos por igual. Sean bonitos o sean feos, todos valen lo mismo. Nunca se puede pensar en una marca de goles y menos de tantos como 33. El Sevilla me fichó para marcar goles y la verdad que en ese equipo estuve muy contento con todos mis compañeros. Es increíble haber podido acabar esa temporada con tantos goles".

Y es que en la 89/90, el exdelantero vio portería con una claridad temible para los rivales: "Era muy difícil y sigue siendo muy difícil hacer tantos goles. Ese año tuve una racha buenísima delante de la portería, prácticamente no fallaba ocasiones. Tenía muchísima confianza e iba creciendo y creciendo en ella. Es una lástima no haber podido ser pichichi, pero Hugo Sánchez estuvo ese año fantástico y además jugaba en un equipo que metía muchísimos goles. Con esa marca pienso que de 100 veces ganas el pichichi 99 veces".

Sí se refirió a un partido en concreto, la victoria por 3-4 en el Camp Nou ante el Barcelona, en la que, sin duda, se erigió en protagonista. "Fue un partido muy bonito y curioso, pocas veces ganas se ha conseguido ganar ahí. Escribimos una bonita historia en el club. A 15 minutos del final no pensábamos que pudiéramos ganar ese encuentro, pero al final hicimos los goles y dimos una gran sorpresa", dijo el austríaco, que recuerda perfectanente el penalti que le pitó por Brito Arceo, claramente fuera del área y sobre el que bromeó: "Lógicamente me acuerdo del penalti. La verdad es que creo que fue penalti clarísimo. Yo no pude ver donde me había caido. Con los árbitros algunas veces tienes mala suerte y otra te favorecen. Fue un error, pero ganamos que es lo importante".

Jugador tremendamente querido en el Ramón Sánchez-Pizjuán, no esconde el cariño que le tiene al Sevilla y a su gente: "Tengo muy buenos recuerdos de cuando estuve en Sevilla. Tienen la mejor afición del mundo, me querían mucho. Siempre voy a tener al Sevilla en mi corazón".

Sus goles no se tradujeron en títulos, que llegaron más adelante en Nervión, de lo que se alegra profundamente, destacando la grandeza alcanzada por el club: "En títulos no pensábamos en aquella época, porque son muy difíciles de ganar en España compitiendo contra el Madrid, el Barcelona o el Atlético de Madrid. El Sevilla empezó a hacer grandes fichajes y ha llegado a ser el equipo que más títulos de la UEFA ha ganado. Eso es algo fenomenal y fantástico para el club y para la afición".