A final de temporada, el sevillismo compartirá la sensación de que
Maxime Gonalons habría sido un pilar en este
Sevilla si las lesiones le hubieran respetado mínimamente. El francés llegó cedido por la
Roma y desde el principio se depositaron muchas esperanzas en su aportación tras sus primeras apariciones, en las que se reveló como un magnífico complemento para
Banega en el centro del campo por su experiencia, criterio e inteligencia táctica en la zona ancha.
Sin embargo, los problemas físicos le has lastrado en todo momento y han evitado que disponga de continuidad, porque cada vez que se recuperaba volvía a sufrir otro revés.
Machín lamentó en varias ocasiones no haber podido apenas contar con él, al considerarlo una pieza importante para el proyecto, y
Caparrós no dudó en introducirlo en sus planes cuando estuvo disponible, si bien el utrerano también ha sufrido el gafe con las lesiones del galo, perdiéndole en cuatro partidos.
Con los 52 minutos disputados ante el
Leganés -comenzó suplente pero el técnico tuvo que recurrir pronto a sus servicios-,
Gonalons sólo ha disfrutado de 500 minutos en el campeonato liguero, y de 726 en todas las competiciones, reflejo de la determinante repercusión de los problemas físicos en su trayectoria como nervionense.
Sin embargo, este hándicap no ha impedido que el mediocentro evidencie sus cualidades y se muestre como un valor seguro para el centro del campo blanquirrojo en vistas a que el
Sevilla trate de hacerse con sus servicios en verano. No en vano, los números respaldan la teoría de que ofrece equilibrio al equipo, reforzando la contención a la vez que colabora en la circulación de balón, con templanza y claridad para distribuir.
El francés sólo ha podido ser titular en seis encuentros en la presente temporada pero su presencia ha pesado hasta el punto de que cinco de esos partidos terminaron con triunfo nervionense. Más relevante si cabe resulta que con él en el terreno de juego desde principio a fin -ha completado todos los duelos saliendo de inicio- los nervionenses sólo han recibido un gol, el de la derrota ante el
Valencia, único equipo que se ha impuesto a los blanquirrojos con el galo en el once inicial.
Así, el
Sevilla se impuso al
Sigma Olomouc en Europa por 0-1 y 3-0 en los dos únicas citas en la que
Machín pudo exprimir sus cualidades los 90 minutos. Más suerte ha tenido
Caparrós, que lo ha tenido a su disposición en cuatro partidos completos, con victorias ante
Espanyol (0-1),
Alavés (2-0) y
Valladolid (0-2).