El viento sopla a favor en Nervión.
Caparrós le ha devuelto la sonrisa a su gente. Doce puntos de quince posibles con el utrerano al frente han permitido recuperar la preciada cuarta plaza que parecía escaparse, y el sevillismo, de paso, se dio el alegrón de ganar el derbi en las vísperas de esta Semana de Pasión que hoy toca a su fin. La resurrección, por tanto, parece un hecho. Pero quedan seis estaciones hasta la meta y todo está en el aire aún.
En un horario inusual al que los protagonistas han intentado aclimatarse en las últimas sesiones, los gladiadores de Caparrós lucharán hoy en un
Coliseum que esconde un tesoro de incalculable valor: tres puntos de oro que permitirían afianzarse en la cuarta plaza y distanciar a cuatro puntos a un rival directo, además de mantener al menos la distancia de tres con el
Valencia. Jugoso botín al que podría sumarse también el 'average' particular, en poder del
Getafe tras el 0-2 de la primera vuelta.
Con esa gran recompensa como acicate, con la
Champions en juego, las huestes sevillistas saben sin embargo que no lo tendrán nada fácil ante uno de los equipos más incómodos de la categoría, sino el que más.
El Getafe es el tercer conjunto que menos goles recibe (29 en 32 partidos) y basa su éxito en un estilo pragmático que ha encumbrado a su técnico. De hecho, podría acabar siendo
Bordalás el relevo de Caparrós en el Sevilla. Pero eso corresponde al futuro, siempre incierto en el mundo del fútbol. El presente, mientras tanto, pasa por una intensa batalla en la que los nervionenses no utilizarán armas muy diferentes a las de su rival. Su mejoría, de hecho, arranca en la mayor solidez defensiva de un bloque que sólo ha encajado tres goles en sus cinco últimos partidos, encomendándose a partir de ahí a la mucha pólvora que atesora arriba, como quedó demostrado en el derbi. Una dinamita que también reluce en el bando madrileño, con
Jaime Mata, Molina y Ángel, en su nuevo rol de revulsivo.
Caparrós, en cambio, pierde una buena dosis de pegada con la baja de
Sarabia, que no viaja por precaución al sufrir una sobrecarga. Tampoco acaban de recuperarse
André Silva y Gonalons. Y a ellos se suma además la importante ausencia de
Carriço, sancionado tras ver su quinta amarilla ante el eterno rival. Bajas todas ellas de peso que reducen las alternativas del utrerano y, por ende, las dudas en el once.
Con
Vaclik de vuelta, y a buen nivel, el pasado sábado,
Sergi Gómez y Kjaer opositan a completar la línea de cuatro atrás junto a
Navas, Mercado y Escudero, con más opciones a priori para el central catalán, que ya fue de la partida en
Valladolid. De ahí en adelante,
Banega y Roque Mesa están llamados a repetir en la medular, pues ni
Rog ni
Amadou parecen alternativas del todo fiables, y sería
Promes el principal candidato a suplir a Sarabia, desplazando al
Mudo a la diestra como falso interior, con
Munir y Ben Yedder de nuevo en punta.
Con unos nombres u otros, el Sevilla necesitará en cualquier caso su versión más competitiva tras dejar atrás su actitud displicente como visitante, con dos triunfos seguidos en
Cornellá y Pucela. Podría facilitarle las cosas las bajas en la defensa azulona, pues Bordalás, acostumbrado a jugar con doble lateral en las bandas, pierde a tres de ellos (Antunes, Damián Suárez y Olivera) y tiene la duda del cuarto,
Foulquier, con molestias, lo que podría obligarle a componer una zaga con cuatro centrales, entrando en ese caso
Ignasi Miquel. La otra duda está en la banda zurda.
Fernando Mateos5 min lectura