El Leganés ha abordado el relevo de Asier Garitano, un entrenador que dejó huella en Butarque y unas señas de identidad muy definidas, con la contratación de un técnico de gustos futbolísticos similares. El buen recuerdo que dejó Mauricio Pellegrino durante su etapa al frente del Alavés inspiró a la directiva 'pepinera', que ha confiado el nuevo proyecto de supervivencia a un preparador argentino al que le ha costado unos meses dar con la tecla.
Prácticamente los que ha tardado Guido Carrillo en romper la barrera de la adaptación a una Liga tan exigente como la española. Ahora, con el blindaje que supone un sistema que se ve trabajado y asumido por los profesionales albiazules, el 'Lega' navega con más confianza hacia la permanencia, si bien siempre con un escuálido colchón sobre la zona de descenso, pese a su racha de seis partidos sin perder en el torneo regular (más otros dos en Copa).
El próximo rival de los nervionenses se articula desde octubre (tras dos ensayos previos contra el Barcelona y el Betis) sobre un 1-3-4-1-2, con sus variantes más defensiva y ofensiva. Omeruo, un zaguero con tanta proyección como indisciplina táctica, ha encontrado su sitio junto a Siovas y Bustinza, mientras que Nyom y Jonathan Silva aportan por fuera el equilibrio necesario. Óscar, como 'enganche' con la doble punta y con absoluta libertad, aporta el argumento diferencial para un equipo rocoso e intenso.