La sevillista se presenta como la quinta plantilla de Primera división en lo que a edad media se refiere, con
27,8 años,
por detrás de Eibar (28,6), Villarreal (28,4), Espanyol (28), Huesca (28) y Betis (27,8). Un aspecto que, aunque no preocupa,
sí ocupa a Joaquín Caparrós, quien, ya inmerso en futuros fichajes y renovaciones, intenta no hipotecarse con elevadas fichas a ciertas edades: "Quieren contratos de cierta duración que puede elevar demasiado la edad media".
Por eso, sin ir más lejos, no ve del todo claro el utrerano el retorno de Vicente Iborra, ni está tan adelantada como la de
Pablo Sarabia (26 años) la renovación de Éver Banega (30), amén de la de un
Gabriel Mercado (31) que ni siquiera ha echado a andar. Y es que el utrerano está obligado en futuros mercados a rejuvenecer un plantel cuya columna vertebral roza los 30 años de edad, o que, incluso, los supera en ciertos casos. Un aspecto que es aún más llamativo si se pone el ojo sobre
el once base de Pablo Machín, que eleva la edad media de los 27,8 años a los
28,36, y eso sí empieza a preocupar más a
Caparrós. El equipo, prácticamente, se coloca como el segundo más viejo de LaLiga, igualando ligeramente con el
Villarreal y siendo superado por poco por el Eibar.
Los
23 años del goleador André Silva son un rayo de sol en una columna vertebral en la que brillan con luz propia jugadores como
Jesús Navas, con 33 primaveras a sus espaldas; Banega o Carriço, ya en la treintena; el 'Mudo' Vázquez o Escudero, que la rozan, como Simon Kjaer, líder de la retaguardia.