Monchi,
Perotti y
Fazio, éstos por razones obvias, no fueron los únicos ex del
Sevilla FC que festejaron el momento en el que
Konstantinos Manolas (26) remató a la red en el minuto 82 un centro de
Cengiz Ünder. Un tanto que, a la postre, acabaría eliminando al
Barça de la
Liga de Campeones y concediendo a la
Roma un pase histórico a semifinales.
El héroe inesperado tiene ciertos vínculos con otros dos conocidos de la afición nervionense:
Manolo Jiménez, quien le dirigió en el
AEK de Atenas, y
Juan Cala, a quien el arahalense unió en el centro de la zaga del equipo griego en la temporada 11/12. "A
Manolas quien le hace dar un salto en su carrera es
Jiménez. Es quien realmente lo mejoró y le hizo que explotara sus cualidades",
comenta el lebrijano a ESTADIO Deportivo.
Según
Cala, 'Kostas' "era un central rápido, con muy buen salto de cabeza y contundente. Tácticamente, un poco desordenado y un poco 'loco'". Pero, "gracias al trabajo de
Jiménez, mejoró mucho tácticamente y templó sus acciones en el campo", explica Cala.
Manolas pudo jugar en
LaLiga, como el propio Jiménez confirma. Acababa contrato y
Manolo Jiménez, que regresaba a LaLiga, trató de ficharlo para el
Real Zaragoza, que "no hizo lo posible para cerrarlo". Incluso lo recomendó en Nervión:
"También di informes positivos al Sevilla".
"Tiene un gran potencial físico y técnico y cada día es mejor tácticamente. No me sorprende el nivel que ofreció ante el Barcelona",
reconoce Jiménez a ED, donde asegura que el griego "lo merece porque trabajo mucho".
Manolas, cuyo valor de mercado actual es de
35 millones (según Transfermarkt), se comprometió con el
Olympiacos, donde jugó hasta que en la 14/15 fue adquirido por la
Roma, a cambio de
13 millones de euros, y reemplazado en el club del Pireo, curiosamente, por otro exsevillista,
Alberto Botía.
El pasado martes, el jugador formado por
Jiménez se convirtió en el héroe de
Monchi. Las cosas del fútbol. "Mi aportación es la de ayudarlos a crecer, pero fue él quien aceptó mis exigencias para progresar. Era lo que veis: rápido, muy bueno en el juego aéreo, valiente... Había que pulirle, darle confianza y la posibilidad de crecer. Desgraciadamente, hay muchos jugadores que se pierden por valentía a la hora de tener oportunidades", apostilla
Jiménez, quien recuerda que "el día a día con Manolas era una anécdota".
"Me encantaba su autoconfianza y descaro, eso lo hacía especial. Me tenía que enfadar y exigirle muchas veces por su carácter bueno y abierto, es un gran chico", recuerda el arahalense, quien está muy orgulloso de ver cómo su trabajo tiene luego sus frutos: "Me gusta la
formación en el fútbol y los jugadores que quieren progresar. Cada joven es distinto y no se puede tratar a todos de la misma forma. He tenido jugadores de todo tipo en tantos años de fútbol y formación. Pero todo se compensa viendo triunfar a tantos jugadores jóvenes que empezaron conmigo. En la
Roma, por ejemplo, están juntos
Fazio,
Perotti,
Manolas... Eso compensa".