Objetivo y sensaciones comulgaron en el primer paso sevillista al borde del precipicio de la obligación. El nuevo
Sevilla encarriló la eliminatoria en Turquía a partir del modelo que aspira a implantar
Berizzo. Porque su idea se vislumbró en el
Fatih Terim a través de la personalidad de un equipo que va asimilando conceptos para instalarse en un equilibrio que se percibió en la mayor parte del desarrollo y sólo se desvaneció en una fase de desajustes propia de los comienzos.
En el resto, impulsado por el talento indiscutible de una
plantilla muy dotada y con el plus de disfrutar de la magia de
Banega, el Sevilla impuso su superioridad sobre el
Basaksehir y, con los golazos de
Escudero y Ben Yedder y la reaparición estelar de Navas, encauza el pase con el dulce regusto de que el proyecto del 'Toto' empieza a encajar y alberga un margen de mejora sin un límite establecido a día de hoy.
Así, el primer once de Berizzo incluyó únicamente a
dos de los siete fichajes realizados este verano, ambos en la media: Pizarro, que formó el doble pivote con N´Zonzi, y Banega. Por ende, futbolistas como
Nolito, Navas, Muriel o Kjaer esperaron su oportunidad en el banquillo. El resto del equipo se asemejó a un once de la campaña pasada, con la salvedad de la banda derecha, en la que insistió con la fórmula de pretemporada, con Montoya por delante de Mercado para blindar el carril ante el poderío de los turcos en la zurda con
Clychy y Elia.Amenaza que no tardó en cristalizar, pues en el segundo minuto el holandés se escapó de Mercado y, tras driblar en el área, probó la fiabilidad de
Sergio Rico. El Basaksehir avisó de sus intenciones a la contra, lo que no intimidó a un Sevilla con afán protagónico, con los laterales avanzados, y apoyos en el centro para controlar el esférico en busca del espacio en un rival que esperaba en su feudo a expensas de robar y apoyarse rápido en Adebayor para salir.
Sin balón, los nervionenses acechaban en la gestación otomana para recuperar en campo ajeno y sorprender al rival desordenado, situación que se produjo en una acción rápida culminada por Escudero con un potente disparo raso que superó a Babacan. 0-1 en el 16' con el primer latigazo. Un escenario ideal para un estreno con tanta responsabilidad.
La obligación cambiaba de bando, aunque más allá de un lanzamiento fuera de
Visca, fruto de una episódica hegemonía de los locales con permiso nervionense, el ritmo lo imponía el Sevilla, con calma en la circulación y movimientos en vanguardia para aprovechar la visión de Banega o también de Pizarro, que inició una combinación que terminó con un lanzamiento del rosarino en el 37´ repelido por Babacan.
Bajo una intensas lluvia,
Banega dirigía a un Sevilla que en cuanto aceleraba la marcha hallaba el resquicio para desquiciar a los anfitriones, como el creado por el propio argentino para habilitar a
Correa, inocente en la definición en el 39´.
Superioridad latente de los sevillistas, en la pizarra, en personalidad, en ocasiones, que invitaba a creer en la sentencia de la eliminatoria en la reanudación. Y la persiguió desde el punta de vista táctico con la contunuidad de una presión selectiva que generaba imprecisiones en la elaboración de los turcos con las consecuentes recuperaciones, como la finalizada arriba por Correa.
No obstante, el Basaksehir comenzó a estirarse sobre un césped cada vez más maltratado por el aguacero y encadenó tres ocasiones consecutivas, dos de ellas salvadas con paradas de mérito por Rico a disparos de Visca y Adebayor. El Sevilla, visiblemente fatigado, había perdido presencia y claridad en la conducción, lo que propició una perdida aprovechada por
Elia con un disparo que tomó velocidad con el agua y se coló entre las piernas de Rico.
1-1.Sufrían los de Berizzo contra un rival crecido, que le acosaba con líneas adelantadas y le privaba pronto del esférico, hasta que tomó aire y se asentó de nuevo, con ayudas en el centro para mantener la posesión y frenar el ímpetu otomano. Con
Nolito ya en el césped, Banega y N´Zonzi asumían los galones para ganar terreno, a los que sumó de manera determinante
Jesús Navas.Y es que el primer balón oficial que tocó el hijo pródigo como sevillista se convirtió en una asistencia culminada por
Ben Yedder con un soberbio taconazo. El Sevilla, como reflejo de su carácter y sus recursos, se había levantado para recomponer el 'statu quo' y encarrilar el objetivo imperativo de estar entre los grandes de
Europa. Su sitio. FICHA TÉCNICA: Basaksehir: Volkan, Caiçara, Attamah, Epureanu, Clichy, Mahmut, Emre (Inler), Mossoro (Napoleoni 81'), Visça (Frei 67'), Elia y Adebayor.
Sevilla FC: Sergio Rico, Mercado, Pareja, Lenglet, Escudero, Pizarro, N'Zonzi, Banega, Montoya (Nolito 63'), Correa (Jesús Navas 81') y Ben Yedder (Krohn-Dehli 85').
Árbitro: Clément Turpin, francés. Amonestó al local Emre y a los sevillistas Mercado y Pizarro.
Goles: 0-1 (16') Escudero; 1-1 (64') Elia; 1-2 (84') Ben Yedder