Dani Alves, su mentira y su "magia" para convencer a Caparrós

Dani Alves, su mentira y su "magia" para convencer a Caparrós
Dani Alves, durante su etapa en el Sevilla. - F. Ruiz
Fernando RuizFernando Ruiz 4 min lectura
Dani Alves ha repasado para la revista The Players Tribune toda su carrera deportiva. El lateral derecho de la Juventus, como no podría ser de otra forma, guarda un buen recuerdo de su etapa en el Sevilla, ese club que fue a Brasil a por él y del que Alves no sabía nada, aunque para ello tuvo que mentir.

Así lo cuenta el propio Alves en primera persona. "Con 18 años estoy jugando para Bahía en la Liga brasileña, cuando un ojeador viene a mi y me dice: 'El Sevilla está interesado en ficharte". Yo le digo: "¡El Sevilla! Increíble". Entonces el ojeador me pregunta: "¿Sabes dónde está eso?", a lo que yo le contesto: "Por supuesto que sé donde está Sevilla. Me encanta. Pero en realidad no tengo ni idea de dónde está Sevilla. Podría estar en la luna por lo que sé. Pero por la forma en que él dice el nombre hace que suene importante, así que miento. Pocos días después empiezo a preguntar por ahí, y descubró que el Sevilla juega contra el Barcelona y el Real Madrid. En portugués tenemos una expresión para este tipo de momentos, y dije para mí: 'Ahora'. Es como 'Bang'. Ahora. Vámonos".

Ya en Sevilla, Alves recuerda como fueron sus primeros días. "Ahora estoy en Sevilla, y estoy tan malnutrido que los entrenadores y los otros jugadores me miran como si yo fuera del equipo juvenil. Estoy en mitad de los seis meses más duros de mi vida. No hablo el idioma. El entrenador no me hace jugar, y es la primera vez que pienso realmente en volverme a casa. Pero entonces, por alguna razón, pienso en el nuevo traje que mi padre mi compró cuando tenía 13 años, el que fue robado, pienso en él con su tanque de productos químicos en la espalda pulverizando. Y decido que me voy a quedar, voy aprende el idioma e intentar hacer algunos amigos, para al menos volver a Brasil con una nueva experiencia para contar".

Alves decide continuar y cambiar la historia, decide ser él mismo aunque para ello deba desobedecer a Joaquín Caparrós, su entrenador en el Sevilla: "Cuando empieza la temporada, el entrenador nos instruye a todos: 'En Sevilla, nuestra defensa no pasa de la línea del medio campo. Nunca'. Juego algunos partidos, tocando la pelota, mirando a esa línea, solo mirándola, como un perro que tiene miedo de cruzar una valla invisible en su patio. Entonces, en un partido, por alguna razón, me dejo ir, tengo que ser yo. Y digo: 'Ahora'. Y me voy al ataque, ataque y ataque. Funciona como la magia. Después de eso, el entrenador me dice 'vale, Dani. Nuevo plan. En Sevilla, ataca. En solo unas pocas temporadas, pasamos de ser un club de descenso a levantar la Copa de la UEFA dos veces".