Dieciséis años dan para mucho. Para atinar y equivocarse. Aunque en el caso de
Monchi, los aciertos superan ampliamente a los errores. El último,
Stevan Jovetic.
De capa caída en el Inter, el montenegrino ha caído de pie en Nervión. A todo recién llegado se le presupone una motivación especial por querer agradar, máxime si se encuentra con un equipo ya formado, como es el caso. Pero las ganas del balcánico no bastan para explicar sus fulgurantes primeros pasos como sevillista. Sus números lo dicen todo: tres goles y una asistencia en cuatro encuentros, dos de ellos comenzando desde el banquillo. Su debut, de hecho, no pudo ser más esperanzador, viendo puerta ante el
Real Madrid en Copa cuando apenas llevaba ocho minutos sobre el césped. Sólo tres días después, repitió en Liga ante los blancos para darle la victoria a su equipo, estrenando titularidad a la jornada siguiente en Pamplona, ante Osasuna, donde no marcó pero sí le regaló un gol a Iborra.
Su tercera diana llegó el pasado domingo, ante el Espanyol, confirmando así el mejor arranque de todos los delanteros firmados por Monchi, que desde que se hizo cargo de la dirección deportiva allá por el verano del año 2000 ha contratado casi una treintena de arietes.
Desde entonces, sólo
Gameiro ha sido capaz de firmar los mismos registros anotadores que el balcánico, al estrenarse como goleador sevillista ante el Slask Wroclaw, en su segundo partido, y celebrar un doblete ante el Málaga en su cuarta comparecencia. La diferencia que hace caer la balanza del lado de Jovetic es que éste, además, cuenta en su haber con una asistencia y ha jugado menos minutos (226 frente a 279).
Como no podía ser de otro modo, también
Carlos Bacca se acerca a estos guarismos, con cuatro goles en sus cinco primeros partidos, cifras lejanas para
Luis Fabiano, la gran apuesta para la delantera que más tardó en arrancar, o Kanouté, para muchos el mejor de la historia sevillista.
El malí no alcanzó los registros de Jovetic hasta su decimoprimera aparición, aunque se estrenó a la grande, con un doblete en el que era su sexto encuentro, a domicilio ante el Mainz, iniciando el camino hacia Eindhoven al certificar el pase en la primera ronda de la UEFA, tras un peligroso 0-0 en la ida.
En números similares se mueven otros puntas que generaron grandes expectativas y que pasaron por Nervión con mejor o peor suerte, como es el caso de
Julio Baptista, Negredo, Kerzhakov, Saviola, Iago Aspas (eso sí, con un ‘hat-trick’ al Sabadell) o los dos fiascos de la campaña pasada: Fernando Llorente e Immobile, que entre sus tres primeros goles celebró dos al Logroñés y se fue del Pizjuán con sólo cuatro en su haber.
Más cercanos a los guarismos del montenegrino, sin embargo, se encuentran Darío Silva o Chevantón, que en sus primeros cuatro partidos ya habían anotado dos tantos. Dos ejemplos que deben servir al pistolero más rápido de Monchi para no bajar la guardia.