A diferencia de años atrás, cuando la entidad sevillista tuvo que acudir al fondo inversor Doyen Sports para financiar la contratación de jugadores como
Kondogbia,
Botía o
Babá, la situación económica de los de
Nervión es mucho más cómoda hoy día, estando previsto, incluso, presentar en la junta general de accionistas del próximo 19 de diciembre el mayor superávit de la historia del centenario club nervionense.
Una bonanza económica derivada de los éxitos deportivos de los últimos años y de la excelente gestión de los activos deportivos, lo que ha permitido a los rectores blanquirrojos configurar una plantilla de garantías para afrontar las tres competiciones en las que se encuentran inmersos; un plantel al que, sin embargo, no le vendrían mal unos retoques en este mes de enero, siendo la figura del delantero, principalmente, y la del central algunos de los puestos a apuntalar en la próxima ventana de transferencia. Un mercado de enero en el que los de
Nervión no tendrán que acudir a ningún fondo inversor, siendo la
Liga de Campeones su principal fuente de ingresos.
De hecho, los de
Eduardo Dato ya han ingresado 24,2 millones de euros bajo este concepto, bastante más de los 15-20 millones que, aproximadamente, estaban presupuestados, a razón de los 12,7 millones que te ingresa la
UEFA por el simple hecho de participar en la fase de grupos, al margen de los resultados: 1,5 millones por victoria y los 0,5 por empate; es decir, 5,5 millones más por tres triunfos y dos empates. Unas cuentas a las que, además, hay que sumarle los
6,5 millones de euros ganados por su pase a octavos; una cuantía no presupuestada en principio y que aporta un ingreso extra que podría ir destinada al delantero, a pesar de que la idea inicial de la dirección deportiva sevillista es la de no hacer un gran dispendio económico.
Idea que, sin embargo, se habría visto matizada ahora, habiéndose subido el perfil del candidato con el pase. Una operación que, más que un gasto en sí, se entendería más como una
inversión. Pues el pase a cuartos de final aseguraría otros seis millones de euros para las arcas sevillistas, por lo que los ingresos derivados de la
Liga de Campeones se marcharían ya por encima de los 30 millones de euros. Un anhelo que sufragaría con creces la inversión en ese referente ofensivo que se echa en falta, pero que no impediría que los de
Nervión siguieran moviéndose con pies de plomo en el mercado. La cesión -con opción de compra- sigue siendo la prioridad en el Sánchez Pizjuán.