Michael Krohn-Dehli, que
hace dos semanas volvió a entrenarse junto a sus compañeros, acudió ayer a la televisión del club para hablar sobre su recuperación y su ansiada vuelta a los terrenos de juego. "Estoy muy nervioso, veo los partidos del equipo con mucha emoción, tengo muchas ganas de volver a jugar un partido y espero que pueda ser pronto".
"No sólo fueron difíciles los primeros días, todos fueron difíciles. Trabajas solo con el fisio o con tus preparadores físicos. Ellos son muy buenos y te ayudan mucho, pero ahora me siento parte del grupo. Cuando vuelva a jugar será como un nuevo debut", continuó el danés.
El centrocampista aseguró que una de las cosas más duras es ver los partidos por televisión y no poder ayudar a sus compañeros. "Es muy difícil ver los partidos en casa o en la grada, es mucho peor porque no puedes ayudar y es muy duro. El partido de
Lyon lo viví muy nervioso, el Olympique es un equipo muy fuerte. Afortunadamente, creamos nuestras ocasiones y pudimos pasar".
De entre todos los partidos que se ha perdido,
Krohn-Dehli señaló que el más difícil fue la final de la última Europa League conquistada por el equipo. "La final de Basilea, no pude viajar, tuve que ver el partido en cama y sentí sensaciones contrariadas. Por un lado estaba muy feliz por mis compañeros, pero también triste porque todo jugador es feliz jugando".
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