El
Sevilla F.C. tenía en
Lyon su primera 'final' de la temporada y el equipo de
Sampaoli acusó el nerviosismo por la importancia del partido.
Sampaoli sorprendió con su once y salió al Parc Olympique con un equipo defensivo y sin un delantero. El argentino colocó a
Vitolo de falso '9' y colocó a Iborra junto a
N'Zonzi en el centro del campo. Por su parte,
Génésio alineó el once esperado, incluso recuperó al portero Lopes.
La niebla fue la primera protagonista del encuentro. El partido arrancó con el Lyon monopolizando la posesión de la pelota y con un
Sevilla que no era capaz de retener el balón ante la presión alta de los locales.
El
Lyon dio el primer susto del partido muy pronto.
Valbuena, el más activo en los locales, se sacó un disparo desde el borde del área que hizo esforzarse a Rico a los tres minutos de juego.
El ritmo del choque fue subiendo con el paso de los minutos, siendo el
Lyon el más incisivo, aunque fue Vitolo quien estrelló el balón al palo en un mano a mano con Lopes tras una gran contra.
Un minuto después,
Valbuena, un quebradero de cabeza para la zaga sevillista, pidió penalti a por una entrada de
Mariano en el pico del área. El brasileño tocó al francés, pero el árbitro no señaló nada. Tan sólo dos minutos más tarde, fue el
Sevilla quien protestó una pena máxima del portero francés, que derribó claramente al atacante canario. En la siguiente jugada, Tolisso picó demasiado un remate de cabeza y acabó estrellando el balón en el larguero de la portería defendida por
Sergio Rico. El encuentro cogió ritmo y el
Lyon se fue arriba.
Poco antes del descanso, en el 37', Valbuena mandó el balón al larguero, haciendo temblar la portería de
Sergio Rico. El
Sevilla se fue al vestuario con el resultado como mejor botín del primer tiempo.
La charla de Lillo durante el descanso tuvo su efecto y el equipo comenzó distinto la segunda mitad. Los nervionenses comenzaron presionando arriba a
l Lyon y a la hora de partido Mariano tuvo una clara ocasión para poner el 0-1 en el marcador. Un centro de Escudero no fue empujado por el brasileño, que no llegó por escasos centímetros.
El conjunto local volvió a monopolizar el balón, aunque ya no creaba tanto peligro como en los primeros 45 minutos. Además, los cambios de ambos equipos beneficiaron al Sevilla y perjudicaron a los locales. Génésio acabó jugando con cinco delanteros sobre el campo, lo que dejo indefenso el centro del campo, y en el
Sevilla entró
Ben Yedder, quien supo aprovechar bien los espacios y cuajó muy buenos minutos.
El
Sevilla se dedicó a neutralizar los ataques locales y a ralentizar el ritmo de juego. Consiguiendo un empate que les mete en octavos de la
Liga de Campeones como segundo del grupo H.