No hay quien le tosa. El esloveno Tadej Pogacar ganó este miércoles la tercera etapa de la Volta Ciclista a Cataluña, la segunda seguida en su cuenta particular, tras cruzar la meta en solitario en la estación de esquí de Port Ainé, un puerto de categoría especial a 1.960 metros de altitud en el que dio una nueva exhibición
El gran favorito tanto para esta etapa como para la general de la ronda catalana completó los 176,7 kilómetros de recorrido de alta montaña con un tiempo de 4h.34:25, con un margen de 48 segundos sobre el español Mikel Landa, que fue segundo de la etapa y también reafirmó su segundo puesto en la general.
Con la carrera igualada y por decidir en la última ascensión del día, fue Landa quien dio paso a las hostilidades con un ataque a 7,4 kilómetros de la cima. Tras él salió Pogacar, quien se puso a rueda, le superó y cambió el ritmo para cabalgar en solitario hacia la victoria.
El inigualable pedaleo de Pogacar le sirvió para abrir en la clasificación general un margen de 2:27 sobre el ciclista español, de 2:55 sobre el tercero, el ruso Aleksandr Vlasov (Bora-Hansgrohe), de 3:27 sobre el sexto, Enric Mas (Movistar Team), de 3:34 sobre el séptimo, el estadounidense Sepp Kuss (Team Visma), y de 3:50 sobre el noveno, el colombiano Egan Bernal (Ineos Grenadiers). Sí, quedan tres etapas, pero el de UAE ya tiene prácticamente sentenciada La Volta –y sin el prácticamente–.
Volviendo al desarrollo de la carrera, lo cierto es que esta empezó de forma ajetreada con una serie de sucesivos ataques hasta que cuajó una fuga de diez ciclistas, entre los que se encontraban los colombianos Harold Tejada (Astana Qazaqstan Team) e Iván Ramiro Sosa (Movistar Team) y el español Juan Pedro López.
Sin darles una renta superior a los dos minutos, el Team Visma de Sepp Kuss y el UAE Team Emirates de Pogacar tiraron del grupo hasta neutralizar la fuga antes de emprender el ascenso al Port de Cantó. Como señalábamos, el pelotón llegó agrupado al ascenso decisivo, la estación de esquí de Port Ainé: 11,4 kilómetros de subida, con un 6,8% de desnivel medio y 12% máximo, en el que el Soudal Quick-Step tomó la iniciativa, con Jan Hirt al frente, Mikel Landa a rueda y los equipos UAE, Bora, Movistar y Visma a la expectativa. Todo estaba preparado para una traca final en la que Pogacar volvió a poner fuegos artificiales, y ojo, amenaza con seguir haciéndolo en el resto de La Volta.