Ha pasado ya más de un mes desde que Ilia Topuria mantuvo su reinado en el peso pluma de la UFC después de noquear a Max Holloway, una leyenda al que nadie había jamás podido derribar, pero el hispano georgiano lo hizo sin más esfuerzo, pasándole por encima cómodamente en el tercer asalto. Ya venía avisando en los días y semanas previos al combate de que esa iba a ser su hoja de ruta y en el momento clave, cumplió. Incluso su compañeros combatientes apostaban por él, pero con su confianza en sí mismo y un arduo trabajo consiguió lo que decía y se ganó el respeto de todos en la compañía.
Pero la historia de 'El Matador' viene de lejos, de hecho, antes de Holloway había conseguido acabar con el reinado de Alexander Volkanovski, el que era el mandamás del la división los últimos años, pero también le pasó por encima en dos asaltos. Pero para esa pelea el trabajo fue durísimo, primero porque se enfrentaba a una leyenda, que pese a su edad era y es de los mejores de la empresa, y segundo porque físicamente iba a ser un reto, sobre todo porque tenía que ajustar muy bien el peso.
Ilia ha sacado junto a Movistar+ un documental titulado 'Matador', donde cuenta su historia. Su llegada a la UFC, pasando por sus primeros años en España, y con un final de órdago, cuando consigue vencer al australiano. En el 'film' se muestra todo el proceso para llegar a pelear por el título, pero se hace especial hincapié en lo que sucede antes, es decir, en su camino hasta llegar en plenitud a la pelea, especialmente en lo que a peso se refiere, porque pese a pelear en el pluma, Ilia recorta y rebota mucho, para llegar con todo a la lucha.
Su peso normal pasa los 80 kilos y tiene que pelear en las 145 libras, es decir, 65,8 kilos. Y gran parte de la previa al gran día, aquel 18 de febrero en Anaheim, destaca todo lo que pasó Topuria para poder plantarse en el octógono y tener las de ganar, como al final hizo con una brutal combinación en el segundo asalto. Pero antes de ese 'clímax'. el sufrimiento. Sesiones de sauna tapado, cardio muy abrigado y máquinas que dan calor y sirven para deshidratar al cuerpo, todo eso mientras se pasa mucha hambre y sed, hasta que 30 horas antes de la lucha, una vez se consigue el objetivo, ya solo quedar reponerse y comenzar la guerra.