Francisco Salas5 min lecturaLos Buffalo Bills lo han hecho. En un increíble partido de la ronda divisional de la AFC el equipo liderado por Josh Allen ha conseguido ganar a los Baltimore Ravens por 27 a 25 para pasar un escollo con el que no pudieron en las dos últimas campañas. Un duelo que ha tenido de todo pero que a diferencia de lo esperado con dos de los mejores jugadores de la NFL, ha estado marcado por las defensas y los errores. Los mismos que han hecho que los Ravens, grandes favoritos, caven su propia tumba. Ahora los Bills viajarán a Arrowhead para medirse con los Kansas City Head por un puesto en la 'Super Bowl'.
Dos de los mejores equipos de la liga frente a frente en un Highmark Stadium nevado solo podía significar una cosa, que se iba a ver un partidazo. Y quedó claro desde el primer 'drive', en el que Lamar Jackson demostró porque es el favorito para ganar el MVP. Carreras, pases y al final un envío perfecto para Rashod Bateman que les puso por delante. Pero si el 8 de Baltimore tiene un rival por ser el mejor de la liga este año, ese es Josh Allen, y el de los Bills respondió con un pase de anotación maravilloso para Khalil Shakir.
A partir de ese momento toda la primera parte fue un drama para los Ravens, que no fueron capaces de encontrar su ritmo en ningún momento. La defensa local estaba parando la carrera y Lamar no estaba fino por arriba. Además, cometió dos errores muy groseros, primero una intercepción muy innecesaria y luego un 'fumble' igual de doloroso que permitió a Allen sumar por tierra para adelantar a los suyos. Y aunque en el siguiente 'drive' los de John Harbaugh fueron capaces de plantarse en la yarda 5 rival, su producción se quedó en un 'field goal'.
Todo lo contrario que los Bills, que ayudados por una decisión muy polémica de los árbitros en un tercer 'down' en el que pitaron una interferencia de pase controvertida, les metió en la 'endzone', y ahí no falló Allen para volver a entrar corriendo en la zona de anotación. 11 puntos (21-10) de ventaja al descanso y teniendo el balón en el inicio del tercer cuarto.
En el inicio del segundo tiempo los Ravens llegaron al partido. Primero la defensa, que limitó al fin al ataque de los Bills, y después el ataque, especialmente por tierra, porque Lamar ha seguido irregular. Un 'field goal' de Justin Tucker muy lejano, seguido de un TD de Derrick Henry tras un 'drive' perfecto pusieron en el partido a los visitantes. El problema fue que en la conversación de dos puntos fallaron y dejaron por delante a los Bills, que encima anotaron tras una patada larguísima de Bass. Cinco puntos y menos de diez minutos para el final del partido.
En ese momento la mala suerte se cebó con los de Harbaugh, ya que cuando pasaron el centro del campo y tras un gran pase de Jackson, a Mark Andrews se le escapó un balón, dejando en buena posición a los locales, que anotaron de nuevo, otra vez con una patada que dejó el partido casi sentenciado. Ocho puntos y poco más de tres minutos.
Y Lamar obró el milagro. Un 'drive' perfecto que permitió anotar, pero faltaba la conversión de dos puntos, y ahí Mark Andrews volvió a fallar. El TE soltó un balón muy fácil que certificó la victoria de los Bills, que vuelven tres años después a una final de conferencia y se medirán a su bestia negra, los Kansas City Chiefs.