Mohamed Katir ya ha hablado. Tras conocerse definitivamente que ha sido suspendido por dos años por la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) de World Athletics, el subcampeón del mundo de 5.000 metros ha tomado la palabra para emitir un comunicado en el que asegura haber valorado fríamente su situación para determinar que asume el castigo impuesto, a la vez que recalca que nunca ha tomado sustancias prohibidas.
El castigo, el cual llega por haber estado ilocalizable en tres controles antidopaje en un periodo de 12 meses, llevara al atleta español a no competir hasta el 6 de febrero de 2026; es decir, se pierde definitivamente los Juegos Olímpicos de París 2024. En cuanto a la explicación esgrimida por él mismo, afirma que no pudo ser localizado por errores propios a la hora de cumplimentar los datos para su localización en la plataforma creada al efecto, ADAMS. Podía recurrir, pero finalmente ha decidido no hacerlo.
"Como ya expuse por mi parte al momento de publicarse la suspensión provisional por parte de AIU, no se trata de un asunto que guarde relación con haber utilizado sustancias o métodos prohibidos, ni el haber eludido ningún control antidopaje. Se trata de un expediente sancionador por la incorrecta actualización de los datos de mi localización. Se trata de casos que pueden sucederle, y de hecho le suceden, en ocasiones a deportistas que figuran dentro del programa de controles antidopaje. Por ejemplo, en determinado momento, en la incorporación de mis datos de localización, la plataforma no funcionó correctamente, limitándome a remitir un correo electrónico al gestor del sistema ADAMS de WADA para hacerle saber dónde me encontraba en ese momento y dónde me encontraría en las fechas posteriores", explica antes de añadir.
"No era consciente de que la actualización de los datos de localización en tales casos debía realizarse tan pronto como fuese posible. En un primer momento, la simple remisión de un correo electrónico al gestor de la plataforma resultaba suficiente. En otro caso, por ejemplo, cuando los agentes de control de dopaje acudieron a mi casa a realizar un control antidopaje fuera de competición, me encontraba entrenando cerca de mi domicilio, no dándome materialmente tiempo a llegar al lugar que figuraba en mis datos de localización en el periodo de sesenta minutos de esa concreta fecha", apunta.
Más allá de explicar sus fallos, el atleta español admite que en cualquier caso debió estar más atento para no caer en un error que le ha terminado costando realmente caro. "Asumo que estos despistes o errores en la actualización de los datos de localización en ADAMS acaban por convertirse en una falta de diligencia. Valorado todo lo anterior, y analizando fríamente los largos procesos que los diferentes recursos que podría presentar y los cuales podrían llevar a esperas demasiado prolongadas (incluso hasta mucho después de los Juegos Olímpicos), me veo abocado a asumir la sanción que propone AIU", comenta antes de hablar ya de preparar su regreso a la competición.
"Cumplido el periodo de sanción, regresaré a las competiciones para seguir demostrando mi nivel deportivo. Eso sí, siendo absolutamente cuidadoso con estos temas. Espero agradecer las muestras de apoyo de todas aquellas personas que han confiado en mí, esperando poder dedicarles nuevos éxitos deportivos en mi retorno a las competiciones", finaliza.
Katir, quien está a punto de cumplir 25 años, tenía marcado en rojo en su calendario de la temporada los Juegos Olímpicos de París 2024 en agosto, y en junio los Europeos de Roma. El año que viene tampoco podrá estar en los Mundiales de pista cubierta de Nanjing (China) y en los Campeonatos del Mundo al aire libre de Tokio. Será sin duda una larga espera.