Antonio José Medina3 min lectura"Respeten y respeten también a Juan, que es uno de los mejores jugadores de la historia. Disfrútenlo, quiéranlo y denle cariño. Es un fenómeno. Tal vez no tiene las mejores maneras, pero es un divino. Ojalá muchos lo puedan conocer como yo", decía Martín di Nenno hace diez días al público del Polideportivo Pisuerga, después de que una parte del mismo provocara sin cesar a Juan Lebrón hasta hacerlo llorar en el Valladolid Premier Padel P2.
El jugador gaditano se ha visto en los últimos tiempos como el centro de la diana. Todos parecen ir en contra de él. Ya ocurrió con su excompañero Ale Galán, cuya separación no ha sido tan amistosa como se esperaba. Ocurrió en Pucela, donde aficionados, conociendo lo temperamental que es el andaluz, trataron de sacarlo de sus casillas y lo lograron. Y en París, la pasada semana, tuvo un pequeño percance con el organizador de torneos Lisandro Borges y tuvieron que intervenir su entrenador, Agustín Gomez Silingo, y el propio Martín Di Nenno para separarlos.
El conflicto, según testigos presenciales, lo buscó el propio Borges, que había ido a provocar a Lebrón en las instalaciones de Roland Garros, donde se disputaba el París Major Premier Padel. Allí, comenzaron una conversación que fue subiendo de tono y los gritos se escucharon por todas las pistas. De las acusaciones verbales se pasó a los empujones y entonces fue cuando los separaron.
El motivo de la disputa, según se dijo, se debía a las continuas críticas que el promotor publica por las redes sociales y el especial hincapié con el que señala a Lebrón. Aunque también podría estar con su trabajo como representante.
La cuestión es que Lisandro Borges también ha sido -hasta 2022- presidente de la Asociación Argentina de Padel, tiene poder, contactos y ha denunciado a Juan Lebrón ante la Federación Internacional de Padel, pidiendo una sanción para el jugador de El Puerto de Santa María.
Según denuncia Borges, en París el provocador fue Juan Lebrón, quien se habría ido, primero, a por el también agente Facundo Guzzetti, diciéndole: “Te voy a romper la cabeza”. Y ahí, supuestamente, empezó el altercado. No es el primero que este agente tiene y, de hecho, la ha tomado recientemente con Fernando Belasteguín, al que criticó duramente por su juego en la etapa final de su carrera.
Premier Padel cortó por lo sano y le quito -a Borges- su acreditación en París. Y ha dejado de organizar torneos con él en Sudamérica. Ahí puede estar el origen de todo el conflicto y ser Lebrón el que, una vez más, quede señalado.