Jordan Díaz ha pasado en tan sólo unos meses de ser un desconocido para el gran público español a un referente deportivo de primer nivel tras coronarse, primero, como campeón de Europa de triple salto y, posteriormente, como campeón olímpico tras su hazaña en París 2024.
El atleta de origen cubano llegó a España hace unos años y decidió, en 2021, renunciar a su nacionalidad y empezar a competir por España. Ha tenido que esperar a este 2024, pero la espera le ha valido la pena. Tras sus primeros éxitos defendiendo el pabellón español, Díaz reconoce haber hecho la mejor elección para su carrera y señala los motivos que le llevaron a dejar Cuba por Europa.
"El camino ha sido bastante difícil. Empezando con que dejé a mi familia y toda la vida que llevaba fuera, en Cuba. Buscaba un mejor futuro para mi familia y para mí. Por eso deserté de la selección cubana. Esa motivación y ese impulso me ha hecho hacer lo que estoy haciendo ahora. Todo sacrificio bien hecho tiene su recompensa", indica el oro olímpico en una entrevista con EFE, donde reconoce que la decisión "mereció la pena". "La vida es corta y hay que aprovecharlo todo al máximo. Estoy contento por todo lo que estoy logrando y que es ser parte de la historia de España. Es el objetivo que me tracé al quedarme en este país. La verdad es que poco a poco se está cumpliendo y, aunque la gente dice que sí, todavía queda mucho trabajo por hacer", avisa el hispano-cubano.
Jordan Díaz aún está celebrando lo logrado en París 2024, un oro que se ganó en su primer salto, que ya nadie pudo superar, ni siquiera él mismo, pese a que estuvo dos saltos más a dos y un centímetros de esos 17.86. El campeón olímpico reconoce que, pese a ello, vivió mucha tensión en el tramo final de la competición. "Hice una marca que podían haber saltado los primeros cinco atletas. No obstante, entendía que eran unos Juegos Olímpicos y que la presión, el nivel de la competición y la tensión podían influir. Había además muchísima gente en las pistas. Intenté dar lo mejor de mí en las secuencias. Creo que fue una buena competición a nivel de estabilidad y estoy contento con el resultado", afirma el deportista nacido en La Habana, que ya mira al futuro con otros retos en mente.
"Ganar los juegos Olímpicos es el objetivo de cualquier atleta. ¡Es lo más grande que se puede conseguir! Otro objetivo puede ser conseguir tener el récord del mundo. No lo tengo, pero todavía me queda ser primero campeón del Mundo para acceder a la triple corona", afirma un Jordan cuyos 18.18 en Roma le sitúan como la tercer mejor marca mundial de la historia, a once centímetros de ese récord de Jonathan Edwards.
Ahora, intentará "buscar algún otro sueño", aunque reconoce que su gran sueño era "este, ser campeón olímpico". "Todavía quedan cuatro años para los próximos Juegos Olímpicos y tampoco me voy a enfrascar en eso. Ahora tengo que pensar en otras cosas", advierte a EFE la nueva estrella del deporte español