Francisco Salas3 min lecturaEstar en la élite de un deporte es algo sumamente complicado de por sí, pero estar en la de dos deportes que además tienen muy poco que ver es algo que se antoja casi imposible, pero no para todos. El ejemplo de ello es Aleix Espargaró, quien tras retirarse después de una larga y prolífica carrera de MotoGP, y aunque seguirá ligado de otro forma, tiene una nueva motivación, el ciclismo. Porque el piloto de Granollers es desde hoy embajador del Lidl-Trek y va a estar muy ligado al equipo del World Tour.
El piloto se unirá al ciclismo como nuevo embajador a partir del 1 de enero de 2025, una nueva experiencia para el piloto después de dos décadas compitiendo en MotoGP. El tres veces ganador de carreras de MotoGP será embajador del Lidl-Trek y se unirá al equipo en algunos de los eventos más importantes del calendario mientras promueve el deporte del ciclismo a una amplia audiencia, aprovechando sus millones de seguidores en redes sociales. Un paso más para Espargaró, que practica el ciclismo y se entrena junto a ciclistas profesionales en Andorra, además de haber participado ya en algunos eventos de gran nivel.
El piloto se muestra "encantado" de unirse a la familia Lidl-Trek, que acoge a algunos de los mejores ciclistas del mundo. "Estoy entusiasmado por aprender de algunos de los mejores corredores y personal del deporte, superar mis límites y compartir este viaje especial con los fans”. Y así va a poder seguir ampliando su ya de por sí importante interés en las dos ruedas (de la bicicleta). "Después de que una lesión en la espalda me obligara a dejar de correr, recurrí al ciclismo para recuperarme y entrenar. Con el tiempo, se convirtió en algo más que una preparación, ahora es mi pasión. Al vivir en Andorra, hice amistad con muchos ciclistas profesionales, lo que me inspiró a entrenar a un nivel superior".
Todo esto mientras afronta su nuevo reto sobre la moto, que no es otro que desarrollar la Honda, la marca más importante de la historia del certamen, que atraviesa una muy mala racha y ha confiado en el catalán, que pese a no tener un gran palmarés en lo que a victorias se refiere siempre ha sido un ávido desarrollador, como ha demostrado en Aprilia, a la que llegó cuando apenas era una idea con potencial, y se ha ido dejando la segunda mejor moto de la parrilla y con el campeón del mundo, su amigo Jorge Martín, a los mandos.