Ana Peleteiro desvela los motivos de su fracaso

Ana Peleteiro era una de las grandes esperanzas españolas en los pasados Juegos Olímpicos de París 2024. No sólo lo era porque venía de lograr una medalla en Tokio 2020 o porque faltara la gran favorita en su prueba, Yulimar Rojas, sino porque era, posiblemente, la deportista femenina más mediática del equipo español y una de las más reconocidas en conjunto de los deportistas que España llevó a estos juegos.

Sin embargo, Peleteiro no logró medalla y tuvo que aguantar otra vez a sus 'haters', que llamaron fracaso a su actuación. No estuvo afortunada en los primeros saltos y, una vez que empezó a llover mediada la final, ya sabía que no tenía ninguna opción de podio.

Pese a todo lo intentó y se quedó cerca, pero con el suelo resbaladizo era más difícil y, como ha reconocido en el podcast de Vicky Martín Berrocal, ahí también entró en juego el factor mental. "Me daba miedo lesionarme", admite la atleta gallega, quien reconoce que saltó sus últimos intentos con ese 'problema' en mente. "Como yo aquí ahora me rompa un tendón de Aquiles o un isquio porque resbalo en la tabla, que ahora deslizan mucho y le ha pasado a mucha gente... Yo estaba en un momento tan sensible anímicamente que cualquier cosa que pasara me iba a apartar del objetivo de estar al máximo nivel", añade Peleteiro.

En ese momento se le pasaron todo tipo de pensamientos por la cabeza. Y ninguno era el ideal para ir al límite en una competición donde todas lo van. "Me veo con 28 años, una hija y una lesión que me aparta dos años, y a lo mejor aparto de manera temporal el atletismo, vuelvo a tener otro niño y mis prioridades cambian", afirma una Peleteiro que ya estuvo apartada del atletismo, pero logró volver y que no quería más parones en su carrera.

Pese a todo, a la lluvia, al suelo resbaladizo y a estos pensamientos negativos, lejos de fracasar, Peleteiro logró lo que casi nadie hizo: mejorar lo que había hecho antes. Algo que sólo dos atletas lograron tras empezar a llover. Pero no le dio para lograr medalla. "Las chicas que saltaron más en los dos primeros saltos lo aprovecharon. Yo soy una deportista de saltar más al final de la competición. Si miras mi currículum en todos los campeonatos, mis mejores saltos siempre son en el cuarto o el quinto intento. Como que me voy calentando, soy una diésel...", afirma la gallega que, en condiciones normales, habría podido superar los 14.67 que otorgaban la medalla y para la que tendrá que esperar a Los Angeles 2028, donde competiría con 32 años.