El delantero del Valencia Rodrigo Moreno ha deslumbrado en el inicio de temporada a base de compromiso, fútbol y goles que incluso le han devuelto a la internacionalidad tras varios años en los que estuvo tan apagado como el resto del equipo y en los que las lesiones también le perjudicaron.
Ahora, tras once partidos de competición, diez en Liga y uno en Copa, el atacante de origen brasileño es fiel reflejo del buen momento que atraviesa el Valencia, segundo en la Liga, a base de personalidad, liderazgo y la gran confianza depositada en él por su entrenador, Marcelino García Toral.
Suyo, de penalti, fue el gol de la victoria del Valencia en Vitoria ante el Alavés este sábado, en un partido en el que le correspondió la capitanía, ya que Dani Parejo estaba sancionado.
Tras el encuentro de Vitoria apeló a la humildad y el trabajo, así como a no dejarse llevar por la euforia para tratar de mantener la dinámica actual. "Yo dependo más del equipo que ellos de mí", afirmó.
Sus números en el inicio del campeonato son elocuentes. Ha sido titular en nueve de los diez partidos que ha jugado el Valencia en Liga y en todos menos en dos, frente al Levante y el Alavés, el técnico le dio descanso antes del final.
En estos diez encuentros, Rodrigo ha marcado seis goles, cinco de ellos en otros tantos partidos consecutivos, y el sexto de penalti en Vitoria.
A ellos se une el conseguido en Zaragoza en Copa del Rey en un encuentro en el que saltó al terreno de juego mediado el segundo periodo y abrió el marcador a diez minutos del final en la victoria de su equipo por 0-2.
Además, ha encontrado su sitio en el equipo como segundo delantero por detrás de Simone Zaza, está en un buen momento de forma física y contribuye a la recuperación del balón, aspecto fundamental para un conjunto cimentado en el contragolpe.
Sin embargo, su dinámica en el Valencia no siempre fue tan luminosa. Cumple su cuarta temporada en Mestalla, pero hasta ahora su aportación al equipo había sido discreta.
Hace tres años vivió la clasificación para la Liga de Campeones, pero en las dos últimas campañas, al margen de las lesiones, ha estado al mismo nivel que el Valencia, clasificado dos veces consecutivas en una más que triste duodécima posición.
Su registro de goles, todavía en octubre, iguala en Liga los del pasado campeonato y todo hace pensar que puede superarlo con amplitud.
Nacido en Río de Janiero hace 26 años, tiene doble nacionalidad española y brasileña. Tras jugar en las categorías inferiores del Celta de Vigo y Real Madrid, se marchó en 2010 al Benfica y como jugador del equipo portugués estuvo un año cedido en el Bolton Wanderers inglés.
En 2014 llegó a Mestalla, primero como cedido para poco después ser contratado y ahora es uno de los pesos pesados de la
plantilla y ha regresado a la selección, con la que en su segundo partido oficial, hace un mes contra Albania, se estrenó como goleador.
Rodrigo se ha visto arrastrado por la buena dinámica del Valencia, que completa su mejor inicio histórico de temporada en Primera
al haber sumado veinticuatro de los treinta puntos disputados gracias a sus siete victorias y tres empates, sin saber lo que es perder.
Por otro lado, el atacante se ha convertido en uno de los motores que ha propiciado ese arranque y en una de las piezas claves del primer proyecto de Marcelino al frente del club valenciano.