Mallorca y
Granada, separados por un solo punto en la tabla de clasificaciones, protagonizaron este sábado en el estadio Son Moix un duelo directo por la permanencia a falta de cuatro jornadas para el final de LaLiga.
El equipo del mexicano
Javier Aguirre afrontó el choque con el apoyo incondicional de cerca de 20.000 aficionados, el tope del aforo; aunque el Granada no se quedó atrás, pues 300 valientes se dieron cita en Son Moix para animar a su equipo en este trascendental choque.
Para este encuentro,
Aitor Karanka recuperaba a todos los sancionados, que partieron desde el inicio en una defensa reorganizada con la aparición de Víctor Díaz de central en detrimento de Germán. Además, arriba desde el inicio partió un Darwin Machís que ya ante el Celta fue uno de los futbolistas más diferenciales.
El Granada comenzó el partido muy serio, sin conceder ante un Mallorca con muchas imprecisiones. Ya muy pronto pudo adelantarse la escuadra de Javier Aguirre en una ocasión errada por Take Kubo a la que respondió a la perfección Luís Maximiano.
Inmediatamente después, en la siguiente acción, en un córner botado por Collado, el esférico le cae a Petrovic, que no acierta, pero el rechace Suárez la cazó en el área chica para batir a Valjent, que era el último defensa.
El Mallorca comenzó a relajarse, sabiendo que en caso de seguir así podría caerle el segundo en cualquier momento. El Granada empezó a sufrir ante los bermellones, que actuaban con más determinación. Por un mediocampo rojiblanco intrascendente y con muchos problemas.
Fue ahí cuando llegó el tanto de los locales, obra de Salva Sevilla con una genialidad desde fuera del área a pase de Muriqi fusilando a un Maximiano que nada pudo hacer para detenerlo.
A la vuelta del entretiempo, los de Aitor Karanka entraron igual que en la primera mitad. Tanto que en una gran combinación al primer toque entre Petrovic y Puertas, este último se la cedió con un túnel sobre Raíllo a Escudero para que lateral cruzara la bola a la perfección y aventajarse de nuevo el Granada.
Justo después del tanto nazarí, Luis Suárez se rompió. Al internacional colombiano ya se le vio con vendaje en el muslo que le impidió seguir, por lo que fue sustituido por Molina.
Esta sustitución iba a ser clave, pues tres minutos después de salir al terreno de juego el alicantino dio una asistencia a Puertas para que este de tacón convirtiera el 1-3 para dejar casi sentenciado el encuentro en Son Moix.
Pues bien, no iba a ser así, pues en este tramo loco del partido, Maffeo puso un centro al área que remató con todo el capitán Antonio Raíllo para recortar distancias y meter de nuevo los suyos en la contienda apenas tres minutos después del tanto de Puertas.
Por su parte, el Granada no se iba a rendir tan fácil y no iba a dejar escapar la ventaja cuando diez minutos después de la locura, Gonalons regaló una asistencia para que Jorge Molina se lo guisara él solito y anotase un aténtico golazo con un golpeo flojo pero muy bien ajustado.
Los problemas físicos comenzaron a aparecer a partir del minuto 75, cuando Puertas y Escudero tuvieron que ser sustituidos por sendas molestias. No obstante esto no iba a ser problema, pues tras una asistencia de caramelo de Molina, el Albano Uzuni engañó a Rico por el lado contrario.
Ya haciendo las cuentas por la permanencia, Molina, el mejor del partido, sorprendió a todos con un trallazo que golpeó en el poste y se coló en segunda instancia en la portería de Sergio Rico.
Con esta victoria, el Granada se sitúa momentáneamente con 34 puntos y sale del descenso hasta la próxima jornada, donde recibirá este martes al Athletic Club en el Nuevo Los Cármenes.
Paco García5 min lectura
