Este miércoles se vivió un hecho histórico para el fútbol español. El
Villarreal, un pueblo de 50.000 habitantes volvía a una semifinal de la
UEFA Champions League por segunda vez en su historia tras 16 años. Fue en 2006 y en el recuerdo de muchos aguarda aún el penalti errado por Juan Román
Riquelme que Lehmann le adivinó.
El conjunto de Unai Emery doblegó al todopoderoso
Bayern de Múnich en el Fussball Arena de Baviera con una exhibición defensiva y de efectividad en ataque. El submarino supo sobreponerse al primer tanto de Robert
Lewandowski con un gol en el 88’ de
Samu Chukwueze. Al otro lado pelearán esta noche Liverpool y Benfica en Anfield, con ventaja para los ingleses, que vencieron por 3-1 en la ida a la escuadra portuguesa.
Anoche había una persona especialmente feliz en el Villareal de Emery:
Pervis Estupiñan; el ecuatoriano ha estado en varios equipos hasta encontrar el lugar en el que se siente feliz. Estupiñán militó en el Granada CF la temporada 2016/17, la que supuso la vuelta de los nazaríes a Segunda división tras un año horrible.
Sus primeros pasos en Europa fueron en el
Recreativo Granada, filial rojiblanco, en
Segunda B. Su debut fue ante el CD El Ejido, con victoria para los de Lluís Planagumà por un contundente 0-3. A partir de ahí, su crecimiento fue continuo e incluso llegó a ser convocado con la selección ecuatoriana mientras permanecía en el filial.
Ya casi a final de temporada, Lucas Alcaraz empezó a poner su ojo en él, y lo convocó hasta en cinco ocasiones antes de su debut en Riazor ante el
Deportivo de la Coruña en un partido que terminó con resultado gafas y con un juego prácticamente plano donde el lateral disputó los 90 minutos.
A la jornada siguiente, volvió a partir desde el once inicial en el partido que resquebrajó definitivamente la relación entre algunos jugadores con la afición después del 1-3 encajado ante el
Valencia CF en el Nuevo Los Cármenes. Estupiñán completó el resto del curso con el filial y el Granada acabó descendiendo tras un año desastroso en el que encadenó 13 jornadas consecutivas sin ganar en los últimos encuentros.
Tras pasar por equipos como
Mallorca y
Osasuna, el lateral zurdo ha encontrado su sitio en Villarreal. Anoche le tocó vivir una de las noches más grandes del submarino amarillo en Europa al cargarse al Bayern de Múnich. “¡En semifinales de Champions! Todavía no me creo estar viviendo este sueño. Agradecido a todos, seguiremos luchando hasta el final. Disfrutad tanto como nosotros, groguets”, expresó el jugador en sus redes sociales.