El Elche ganó por 0-1 a un Granada en caída libre y se reencontró con la victoria tras dos derrotas seguidas ante un conjunto andaluz que enlaza diez jornadas sin ganar y al que de poco sirvió
el estreno de Rubén Torrecilla en su banquillo, aguado pese a la mejor imagen del equipo por el gol de
Fidel Chaves y las paradas de
Édgar Badía.
El extremo ilicitano marcó el único tanto del choque en un primer tiempo entretenido en el que los locales fallaron varias ocasiones claras y los visitantes fueron de menos a más, mientras que en el segundo acto apretó el Granada con más corazón que fútbol en busca, al menos, de un empate que no llegó, entre otras cosas por las buenas intervenciones del meta del
Elche.
El Granada,
espoleado por el cambio en el banquillo y el apoyo de su público, empezó el partido en plan avasallador, con tres claras ocasiones en los primeros 8 minutos y claro protagonismo en dos de ellas de Édgar Badía para salvar a los suyos con sendos paradones ante Carlos Neva y el colombiano Luis Suárez.
En esos minutos estuvo la clave del duelo, ya que los andaluces perdonaron y no lo hicieron los de Francisco, que frenaron en seco las ilusiones locales de la mejor manera posible, marcando en el minuto 11 el 0-1 al cerrar Fidel con un gran remate cruzado un contragolpe muy bien llevado por Pere Milla.
Pudo aumentar la ventaja visitante el argentino Ezequiel Ponce con un cabezazo que no puso en muchos apuros al portugués Luis Maximiano, y también igualar la contienda los locales con buenas ocasiones mal finalizadas por el albanés Myrto Uzuni y por Luis Milla.
El paso de los minutos, y el marcador en contra, diluyó la efervescencia rojiblanca e hizo crecer al Elche, cómodo en el verde sin balón y con él para controlar perfectamente la situación hasta el descanso.
El Granada salió a por todas en el segundo tiempo y Édgar Badía evitó el empate con una magistral doble intervención, primero ante el serbio Njegos Petrovic y, después, ante Luis Milla.
El dominio rojiblanco fue casi total tras el descanso a lomos de un Luis Milla que volvió a rozar el empate con un chut lejano que llegó a tocar el larguero, mientras que los visitantes sólo se acercaban al portal local a balón parado.
Como ocurrió en el primer tiempo, el paso de los minutos frenó a un Granada tocado física y mentalmente e hizo crecer a un Elche al que le sentaron los cambios mejor que a los locales.
Los de casa apretaron hasta el final, con siete minutos de añadido, pero no pudieron meterle mano al buen planteamiento de un Elche muy serio y ordenado de principio a fin.
EFE4 min lectura
