Karma lo llaman en Nervión;
la peor decisión de su vida, lo definiría Vitolo. Y es que
el extremo canario vive en un continuo fracaso desde que en el verano de 2017 decidiera abandonar el Sevilla FC por la puerta de atrás, traicionando su palabra dada al presidente del Sevilla FC, y
marchándose al Atlético de Madrid de la mano del Cholo Simeone, quien llevaba varios mercados tras su pista.
Tras cuatro temporadas en el Sevilla FC rindiendo a su más alto nivel, esa decisión de marcharse a un
Atlético de Madrid sancionado por la FIFA sin poder fichar acabaría prácticamente con su carrera como profesional. No levanta cabeza desde entonces el extremo canario, que a partir de ese momento
vio cómo se acabó su carrera como internacional con España, donde se había convertido en el ojito derecho de Lopetegui, seleccionador nacional en ese momento.
Recogido en el aeropuerto por su compañero y amigo Nico Pareja,
Vitolo volvió a Sevilla tras haber anunciado Pepe Castro que renovaba por el Sevilla FC. Atrás quedaban, supuestamente, los días en los que el extremo canario y su padre habían forzado para acabar como colchoneros. Sin embargo, la sorpresa saltaría
al día siguiente, cuando el internacional se marchaba a escondidas en un taxi, saliendo por la puerta de atrás de un hotel próximo al Sánchez-Pizjuán, con destino a la capital de España con la intención de depositar los 35’8 millones de euros que marcaba su cláusula de rescisión y, así, poder firmar por un Atlético que había sabido reconducir de nuevo la situación a su favor.
Como
los colchoneros no podían incorporarlo al estar sancionados por la FIFA debido a su mala praxis en la contratación de jugadores en formación,
acabó marchándose en préstamo a Las Palmas durante la primera mitad de dicha temporada. Una maniobra contra la que plantó frente el Sevilla FC, denunciando a Vitolo, a su padre, a la agencia de representación del futbolista, así como a Las Palmas y al conjunto rojiblanco, al entender que se incumplía el acuerdo de renovación que las partes habían pactado previamente "mediante mensajes de Whatsapp y correos electrónicos”. Una ‘no renovación’ que, según explicó en su momento José Castro, incrementaba la cláusula del extremo canario en 10 millones de euros más.
Un litigio en los tribunales que llegó al Tribunal Superior de Justicia y que, finalmente,
se zanjó en 2020 mediante un acuerdo entre las partes por el que, entre otras cosas, Vitolo pidió “disculpas” públicamente al Sevilla FC, a su presidente y a su afición, que lo ha convertido en persona ‘non grata’ desde entonces.
Sin embargo,
poco ha mejorado el devenir de Vitolo desde entonces. Tras haberse diluido su carrera como atlético hasta el punto de apenas contar para Simeone, quien tanto lo solicitó en su momento,
este pasado verano salió en préstamo con destino al Getafe como una de las grandes apuestas azulinas para esta temporada. Su calidad, demostrada como sevillista, vaticinaba un renacer del canario en el Coliseum que, sin embargo, no ha resultado así. Y es que con LaLiga inmersa en su tramo final,
Vitolo protagoniza una cesión fantasma bajo la que sólo acumula 215’ de juego en partido oficial.De hecho,
en los últimos 14 partidos de LaLiga, Vitolo tan sólo ha acumulado cuatro minutos de juego, precisamente contra el Sevilla FC a comienzos de enero. Desde entonces,
nueve encuentro sin participar, habiéndose caído de las convocatorias en tres de ellas y habiendo esperado desde el banquillo en los últimos cinco.
Tampoco le han ayudado las lesiones como azulón, siendo varios los partidos que ha tenido que perderse, también, por problemas físicos. Un incierto futuro que empujará a Vitolo a volver al Wanda Metropolitano el próximo 30 de junio.
El Getafe no ejercerá su opción de compra sobre Vitolo
El Getafe no hará efectiva la opción de compra que tiene sobre él y e
l Atlético lo renovó por dos temporadas más antes de cederlo al Getafe en un intento de revalorizar al futbolista. Algo que no ha ocurrido, y es que prácticamente ha tenido el efecto contrario, devaluándose aún más.
Su valor de mercado actual (según Transfermarkt)
es de 2’5 millones de euros, mientras que su tasación llegó a alcanzar los 30 kilos en 2017, justo cuando se marchó por la puerta de atrás del
Sevilla FC.
Aunque está por ver, también, qué pasa con Simeone y el banquillo del Atlético de Madrid, a priori nadie espera a
Vitolo en el Metropolitano, por lo que todo apunta a que el extremo canario tendrá que buscarse una nueva vía de escape el próximo verano.
Las Palmas, pendiente de otra posible salida de Vitolo en préstamo
Las Palmas, club en el que se formó como futbolista y que sirvió como lanzadera a los colchoneros en su maniobra como el Sevilla FC, ya se interesó el pasado verano en su posible cesión. El próximo mercado estival, por tanto, intentará hacer una nueva intentona.
A sus 32 años, Vitolo aún desea intentar relanzar su carrera en la elite, por lo que ir a Segunda no lo acabaría de ver del todo claro. Volver a su isla, sin embargo, sería el principal argumento con el que contaría los amarillos para ello.