Estadio Deportivo2 min lecturaBarcelona, 16 abr (EFE).- El Espanyol, como el resto de clubes de LaLiga, afronta una situación difícil por el coronavirus, aunque la entidad blanquiazul tiene, además, un escenario que complica el rompecabezas, ya que nueve futbolistas terminan su contrato el próximo 30 de junio.
Los jugadores Javi López, el capitán, Diego López, Naldo, Dídac Vilà y Ander Iturraspe finalizan su vínculo al terminar esta temporada. Además, Sébastien Corchia, Jonathan Calleri, Bernardo Espinosa y Facundo Ferreyra están cedidos hasta el final de curso y su futuro es una incógnita.
De todos ellos, el portero Diego López, de 38 años, el lateral derecho Javi López, el lateral izquierdo Dídac Vilà y el central Bernardo son piezas habituales en el esquema blanquiazul. En cualquier caso, el equipo ha aparcado cuestiones individuales y se centra en lograr la permanencia en Primera división.
Por otra parte, uno de los casos ligeramente distintos es el del centrocampista chino Wu Lei. El futbolista llegó en el mercado de invierno del curso anterior y su cesión termina el 31 de enero, aunque la entidad catalana está convencida de que podrá seguir contando con el medio en la campaña 2021-22.
La dirección deportiva del Espanyol está a la expectativa. Los responsables de esta parcela están pendientes, como el resto de clubes de Primera, a la fecha de regreso de la competición. Además, en el caso del equipo blanquiazul, colista en la clasificación, un posible descenso a Segunda cambiaría los planes de los técnicos.
En el caso de una hipotética pérdida de categoría, la dirección deportiva ha trabajado con previsión. Las últimas incorporaciones del mercado de invierno, el delantero Raúl de Tomás, el central uruguayo Leandro Cabrera y el extremo Adrián Embarba, lo han hecho con condiciones atractivas para seguir si finalmente se produce un descenso.