A Coruña, 30 abr (EFE).- Los integrantes del Deportivo regresaron hoy a los entrenamientos, un día después de la condena al descenso a Segunda División, con una sesión de recuperación para los titulares del partido con el FC Barcelona (2-4) y con la ley del silencio en la Ciudad Deportiva de Abegondo.
A la conclusión de la sesión ningún jugador del Deportivo ha atendido a los medios de comunicación en rueda de prensa y esta semana solo está prevista una comparecencia del presidente, Tino Fernández, el miércoles o jueves, la del entrenador, obligatoria por LaLiga Santander, el viernes, y, en principio, la de un futbolista.
Tras el descenso, el único integrante de la plantilla que hizo declaraciones fue el internacional costarricense Celso Borges, que portó el brazalete de capitán ante el Barcelona y atendió tanto a la televisión con derechos como al resto de medios acreditados.
Hasta ahora, lo habitual ha sido que tras cada entrenamiento, un jugador de la plantilla comparezca ante los medios de comunicación, una costumbre que no se cumplirá esta semana a pesar de que coincide con el derbi gallego con el Celta de Vigo en Balaídos.
En el entrenamiento, los titulares del partido con el Barcelona tuvieron una sesión suave, con gimnasio y tratamiento de fisioterapia y solo Borges y Albentosa hicieron carrera continua en el césped.
Para el resto de la plantilla, la sesión fue de alta intensidad, salvo para el ghanés Sulley Muntari, que reapareció en los terrenos de juego ante el Barcelona después de haberse tres partidos por lesión, se ejercitó al margen con un trabajo específico.
Tampoco estuvieron con el grupo los lesionados Eneko Bóveda, Adrián López y el brasileño Sidnei Rechel.